VARELENSES EN FORMOSA

Un viaje solidario



Edición Impresa » 01/10/2014

Tres varelenses integraron un grupo que viajó a asistir a chicos de bajos recursos en Formosa. También visitaron a los wichis.

El odontólogo Carlos Burroni, junto a los también varelenses Diego Negri y Marcelo Moreno, y otros amigos, viajaron al noroeste de nuestro país. Esta vez sin representar a ninguna ONG, el grupo visitó en Formosa varios parajes, localidades y hasta una comunidad wichi muy cerca de Las Lomitas.
“Fuimos durante la primera semana de septiembre -explica Burroni- un grupo de 14 personas al pueblo de Bazán que queda a 30 kms. de Las Lomitas y a Tres Pozos, que es una comunidad wichi, para hacer tareas de diagnóstico situacional, tareas preventivas y llevar alguna donaciones. El grupo que viajó fue heterogéneo, integrado por un fotógrafo, docentes, un terapista educacional, un profesor de gimnasia, comerciantes, y dos odontólogos más. Alguno de nosotros ya habíamos viajado pero no específicamente a Formosa, sino a Santiago del Estero y Misiones”.
“Fue un sueño cumplido de varios quienes viajaron por primera vez a tan lejanos pueblos, donde en esa semana que nos quedamos les hicimos exámenes odontológicos a los chicos, exámenes de vista, hicimos charlas sobre Chagas ya que hay muchos casos y vaya paradoja no sólo vimos a las vinchucas sino que el último día dos de las integrantes del grupo fueron picadas por ellas, y ahora estamos esperando el resultado de los análisis para comprobar si contrajeron o no la enfermedad. Más allá de esta anécdota, además llevamos muchas donaciones de calzado y ropa, armamos una feria americana para que pudieran elegir lo que quisieran, entregamos utensilios de salud bucal, les enseñamos técnicas de cepillado y cuidado de la boca, anotando y recabando toda la información para un próximo viaje que ojalá podamos realizar el año que viene”, agrega.
“Ya sea en Misiones, Santiago o ahora Formosa, todos nos quedamos con lo maravilloso que generan estos viajes, antes, durante y después con los que tenemos contacto a diario y cuando estamos en esos parajes propiamente dichos con la respuesta y el cariño inmenso de los chicos que van desde la edad de jardín hasta adolescentes de 16 y 17 años”, terminó.


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