A 5 AÑOS DEL DOBLE CRIMEN DE SENZABELLO

No fue masacre, fue femicidio



Policiales » 01/03/2022

La muerte violenta de mujeres por razones de género, se normaliza como femicidio y constituye la forma más extrema de violencia contra ellas.

La muerte violenta de mujeres por razones de género, se normaliza como femicidio y constituye la forma más extrema de violencia contra ellas. En el imaginario social, los femicidios se relacionan –casi exclusivamente- con la violencia ejercida en el marco de una relación de pareja o expareja. Sin embargo, sus manifestaciones son múltiples, muchas de éstas todavía invisibilizadas… Y el hecho ocurrido el 11 de febrero de 2017 en la avenida Senzabello y Los Andes es un ejemplo. Denise Juárez (16) y Sabrina Barrientos (17) fueron víctimas de femicidio; mientras que Nemesis Núñez (16) y Magaly Pineda (15), sobrevivientes al intento de femicidio.

La mañana del 11 de febrero de 2017, las jóvenes esperaban el colectivo sobre Senzabello tras haber preguntado en una remisería cercana por el costo de un viaje hasta El Alpino. Ellas venían caminando desde el boliche Santa Diabla, ubicado en Avenida Calchaquí al 5200.

Violencia de género

Al haberse dado este hecho en un ámbito público, en el marco de un tipo de relación interpersonal no claro a los ojos de la sociedad, asociado –sin ser certificado- con otros fenómenos como la delincuencia organizada, ligada a tráficos de drogas o personas, lo hace aún más factible de invisibilización. El femicidio refunda y perpetúa los patrones que culturalmente han sido asignados a las mujeres: subordinación, debilidad, sentimientos, delicadeza, feminidad, etc.
La investigación del doble femicidio originalmente quedó a cargo del Dr. Hernán Bustos Rivas, exmiembro de la policía bonaerense y titular de la Fiscalía Descentralizada Nº 5 de Florencio Varela. Sin embargo, pocos días después, en un fallo de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial Nº 2 Sala 3 – La Plata a cargo de los Doctores Soto y Larumbe, el fiscal titular de la UFI 5 de Florencio Varela, fue condenado a pagar una suma récord –en ese momento- que llegaba a los 400.000 pesos. La causa había sido iniciada en 2009 por quién entonces era su esposa a raíz del abandono del hogar que hiciera el funcionario, dejando a sus hijas de 11 y 16 desamparadas y con la madre desempleada. Esto, sumado a la denuncia por violencia de género que pesaba sobre éste funcionario judicial, hizo que la causa fuese reasignada a la Fiscalía Nº 2, a cargo de la Dra. Mariana Dongiovani.
Los actos femicidas están arraigados en un sistema que refuerza la discriminación y el desprecio contra las mujeres y sus vidas. A su vez, reproducen los estereotipos de la masculinidad asociada a la fortaleza física y al poder para controlar las vidas y los cuerpos de las mujeres, para, en última instancia, preservar los órdenes sociales de inferioridad y opresión que mantenga a quienes ostentan el poder conformes, tranquilos, cómodos.
El responsable de la investigación en aquel momento fue el Comisario Inspector Roberto Mongelos –designado en el 2020 al cargo de la Subsecretaría de Seguridad del Municipio de Florencio Varela-, quien era Jefe Distrital. Por su trabajo, hubo un primer detenido a pesar de que no había registro fílmico. Algunos testigos habrían afirmado que lo habían visto dos horas antes de las seis en un bar, a algunas cuadras del boliche Santa Diabla, totalmente borracho. Otros habrían asegurado que estaba en el mismo boliche que las chicas. Sin embargo, luego, un informe de Criminalística de la Policía Federal lo excluyó tras haber pasado un mes preso y un año acusado.

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Vulnerabilidad

En segunda instancia, la máxima autoridad policial del distrito indicó como culpable a un menor de 14 años, lo que derivó en que el expediente quedara en manos del Fuero de Responsabilidad Juvenil N° 1 local, a cargo del Dr. Cipollone.
«Mi hija quedó en que iba a bailar a un boliche y se arrepintió y se fue a otro boliche. Por eso la matan a la nena. Por no ir a bailar donde tenía que ir a bailar. A las chicas las usaban para entrar a los boliches y que entraran la droga a los boliches» afirmó Ismael Barrientos, papá de Sabrina tras el femicidio.
Sin embargo, inmediatamente Julio Torrada, abogado de Susana, la mamá de una de las dos chicas heridas, lo cruzaría al afirmar que «El padre de una de las víctimas fue el que tiró, desde Mar del Plata, la versión del narcotráfico y la trata. Es comprensible que esté atando cabos pero yo no voy a Florencio Varela a comprar buzones. Hay muchas personas afectadas y en la causa esas hipótesis no están corroboradas. Esas chicas tienen un altísimo grado de vulnerabilidad, y fueron manipuladas, acosadas y se aprovecharon de ellas». Para ese entonces, Torrada era el presidente del Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei. Sin embargo, en mayo de 2017 dicha institución comunicó que él había sido desvinculado de su cargo después de haber incumplido con el asesoramiento judicial prometido a las familias de víctimas de violencia de género.
Finalmente, la investigación sobre venta de droga, recaída sobre el Juez Federal de Quilmes, fue archivada por falta de elementos de prueba.

Impunidad

A pesar de los notables avances ocurridos en los últimos años, persisten algunas condiciones para que los casos de femicidios queden impunes e invisibilizados… Y el caso de Denise y Sabrina, no escapa a ello. Un compendio de acciones (u omisiones) comprenden estas situaciones: la recolección incompleta de las pruebas; las investigaciones parciales o inconclusas; el uso de estereotipos de género en contra de las mujeres, etc. Esos déficits derivan a menudo de la falta de compresión por parte de los miembros de la justicia sobre las características de la violencia de género, de sus causas, de su gravedad, de sus manifestaciones específicas y de sus consecuencias.
Aunque la policía científica corroboró que se dispararon 18 proyectiles en 10 segundos y todos fueron certeros, hay diferentes testimonios respecto a la autoría del hecho y la Justicia aún hace silencio ante todo ello.
En el año 2019, Daniel Ichazo, el fiscal que iniciara la causa que llevó a la condena del exconcejal Daniel Zisuela,–en otra causa que no tiene relación directa con la del doble femicidio de Senzabello-, a través de Personal de la DDI de Quilmes detuvo a dos hombres y una mujer acusados de Facilitación y Promoción de la prostitución en el boliche Santa Diabla. Los investigadores, tras analizar los datos requisados en aquel operativo, establecieron que en el sector VIP de Santa Diabla, más de una decena de mujeres trabajaban de «coperas», induciendo a los clientes a consumir bebidas alcohólicas y -si lo requerían- habrían ofrecido también servicios sexuales, así las ganancias obtenidas habrían sido repartidas entre las tres personas que «regenteaban» la actividad en el local nocturno. Casualmente, el expresidente del Concejo Deliberante habría llevado a sus víctimas a festejar cumpleaños en el mismo lugar de esparcimiento nocturno.
En Argentina, en el año 2012 se sancionó la ley 26.791 que modificó el artículo 80 del Código Penal incluyendo al femicidio como agravante del homicidio simple (inciso 11). Además, se introdujeron otras figuras agravadas que pueden vincularse según el caso con la violencia de género (incisos 1, 4 y 12).
Por ello, la causa por el femicidio de Denise Juárez y Sabrina Barrientos está caratulada como «(menor de edad), s/ Homicidio agravado por el vínculo – Art. 80 Inc 1°, Homicidio agravado por ensañamiento, alevosía o insidia Art. 80 Inc 2°. Homicidio de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género Art. 80 Inc 11. Homicidio agravado por ensañamiento, alevosía o insidia en grado de tentativa Art. 80 Inc 2°».
Y, aun así –o, por eso mismo- todavía no hay condena por los dos femicidios ni mucho menos, por los dos intentos de femicidio ocurridos en Avenida Senzabello el 11 de febrero de 2017.


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