Se trata de María, de 34 años, de Mar del Plata y de Carlos, de 42 años, de Lanús. El director Ejecutivo del Hospital, Dr. Arnaldo Medina, junto al equipo médico, acompañó a los pacientes que luego de solo dos semanas de internación volvieron a sus casas.
“Para nosotros es el momento más importante y sobre todo si se trata de dos altas simultáneas como las que estamos haciendo en el día de hoy. Es una gran satisfacción y orgullo que María y Carlos que hace dos semanas recibieron un trasplante de hígado hoy puedan regresar a sus hogares. Este dos trasplantes que se realizaron en un lapso de 72 horas por la gravedad en que se encontraban los pacientes demuestra una vez más un logro del sistema sanitario público de nuestro país”, sostuvo el Dr. Medina.
Fue un momento muy emotivo el que se vivió en el hall del Hospital cuando María y Carlos se cruzaron miradas y estrecharon sus manos para saludarse. Sus familiares acompañaron ese encuentro. Carlos ingresó al hospital cursando una “cirrosis hepática descompensada” e inmediatamente fue trasplantado por el equipo multidisciplinario a cargo de los Dres. Juan Mattera y Federico Villamil. Mientras que María arribó al hospital en un vuelo sanitario proveniente de Mar del Plata. Su estado era crítico e ingresó al quirófano en coma y con respirador artificial. El diagnóstico para María fue “hepatitis B fulminante aguda”. Los médicos de Mar del Plata le dijeron que necesitaba un trasplante de hígado. “No podía creer lo que estaba viviendo, porque hasta ese momento yo estaba bien”, recuerda María.
Ambas intervenciones fueron exitosas y los pacientes fueron evolucionando favorablemente.
“Tengo una nueva oportunidad, este hospital me volvió a la vida”, dijo María , madre de cuatro hijos. Carlos expresó: “me siento con muchas fuerzas y con ganas se seguir luchando. No encuentro palabras para agradecer a todos los médicos que posibilitaron que yo esté con vida”.
Ambos trasplantados salieron caminando por sus propios medios y con buen estado de ánimo. Según explicaron los médicos tendrán dos meses de controles médicos y de laboratorio. Pero podrán desarrollar una vida normal y, paulatinamente, retomar sus tareas habituales.
Carlos y María coinciden en un objetivo: de ahora en más serán promotores de la donación de órganos. “Queremos que toda la sociedad sepa de la importancia de ser donante y nosotros somos el ejemplo que donar órganos es salvar vidas. Gracias al trasplante yo podré reencontrarme con mis cuatro hijos”, dijo entre lágrimas María.
Los pacientes estuvieron acompañados por los médicos Emilio Quiñones y Paola Coissón.