Una jugada inesperada del Intendente Pereyra busca prolongar un cuestionado vínculo.
¿Quién querrá firmar un contrato con la Comuna a través del cual podrá ganar 375 millones de pesos?
El millonario negocio de la basura sigue en el ojo de la tormenta en Florencio Varela. El servicio, que venía prestando una «cooperativa» integrada por el dirigente justicialista Francisco «Chicho» Basile y sus hijos, ahora pasará a ser licitado nuevamente, con un contrato de cifras siderales que se extenderá al mandato de quien sea el próximo Intendente.
Según el concejal opositor Dardo Ottonello la verdadera intencionalidad de esta maniobra es la de «asegurarse este multimillonario contrato en manos de alguna empresa amiga, de modo tal de limitar y condicionar al próximo gobierno comunal».
En 2012, el Concejo Deliberante autorizó al Departamento Ejecutivo a llamar a licitación para adjudicar el tradicionalmente polémico servicio. Dos empresas se presentaron entonces: HAUSA (Higiene Ambiental Urbana S.A., firma vinculada a la familia Di Cola, de Berazategui, históricamente dedicada a esta actividad en la zona) y la ignota Cooperativa 31 de Marzo Ltda. En el pliego de condiciones, se exigía a los postulantes prestar el servicio de lunes a sábados, en 11.300 cuadras de la ciudad, de las cuales 4611 están pavimentadas, y 6689 son de tierra. El equipo requerido era de 40 camiones con un chofer y dos recolectores por vehículo. A través del decreto 3151, en 2013, el Intendente Pereyra adjudicó el contrato –de alrededor de 77 millones de pesos- a la Cooperativa 31 de Marzo. La medida necesitaba ser aprobada por el Concejo Deliberante para tener validez, pero el expediente nunca fue tratado en el recinto. Esto no impidió que la Cooperativa pusiera manos a la obra, pese a sus notorias irregularidades, y pasara a cobrar 7 millones de pesos mensuales, nada menos que el contrato más alto que paga el Municipio.
«La 31»
En el directorio de la «31 de Marzo» conviven Chicho Basile, sus hijos Lorena y Marcelo, Carlos Troncoso como Presidente, Hugo Moschini como Tesorero y Jesús González como Secretario. Su estatuto fue aprobado en diciembre de 2011. La cooperativa fijó su domicilio en la calle Vicente López 379, donde por años vivió el propio Basile, y nunca acreditó poseer los camiones requeridos por el pliego de la licitación, que debían ser de una antigüedad no mayor a 15 años. Tampoco poseía antecedente alguno en la actividad. Pero, ante la inminencia de la fecha de inicio de sus labores, el 1 de noviembre de 2013, solicitó una prórroga de 180 días para hacerse cargo de su parte del contrato. En ese lapso, compró 25 camiones a HAUSA y alquiló otros a la misma empresa y a la firma «Servicio y Gestión S.A.», cuyo presidente era el propio Basile.
Entre los 25 vehículos adquiridos a HAUSA, había tres modelos 1977 (patentes NGU 610, NLQ 564 y NRF 055), dos modelos 1979 (patentes WRO 123 y WHI 979), otros modelos 1984, 1987, 1988 y 1992. Y hasta un camión modelo… 1952 (Patente WPM 322). Entre los alquilados, hay modelos 1983, 1984 y 1972. Y la violación a la cláusula de antigüedad se repite, inclusive, en los camiones propios de la Cooperativa. Hay un modelo 1969 (patente XEZ 727), un modelo 1970 (patente WNQ 504), un modelo 1972 (XJM 198) y un modelo 1981 (XBL 149).
Otro punto fundamental del pliego licitatorio era el que establecía que quien se hiciera cargo de la recolección de residuos debía disponer de un taller propio para reparar y atender sus vehículos. Pero «La 31» tampoco lo tenía. Aunque la solución llegó de un modo, al menos, desprolijo: los talleres que se usan a tal fin son los de «Servicio y Gestión». Ambas instalaciones, las de esta empresa y las de la cooperativa, ambas ubicadas sobre la Avenida San Martín, en donde antes funcionaban las de la extinta empresa «30 de Agosto SRL» (la 500) y tienen en común algo más: sus frentes están pintados con los colores de Boca Juniors, club del que Basile es fanático.
Al final, «La 31» empezó a ocuparse de la basura varelense el 1 de mayo de 2014. ¿Qué mejor fecha podían haber elegido que el Día del Trabajador?
La jugada secreta
Según la licitación, el contrato de la basura iba a tener vigencia desde el 1 de noviembre de 2013 hasta el 31 de octubre de 2015. Pero terminó firmándose el 24 de abril, durando desde el 1 de mayo hasta el 30 de abril de 2016.
Encontrándose el Concejo Deliberante de receso, durante este verano, y sin haber tratado nunca como debió hacerlo el contrato que tenía que ser aprobado «ad referéndum» del Cuerpo Deliberativo, el Intendente Pereyra envió al edificio de Av. Calchaquí un expediente con dos curiosos proyectos de ordenanza. ¿Dónde está lo excepcional? En que rara vez un expediente contempla dos proyectos, y en el motivo de estos escritos.
En primer lugar, se solicita al Concejo que convalide un hasta ahora desconocido decreto fechado en diciembre de 2014, en el cual se revoca la adjudicación a la Cooperativa «31 de Marzo» por un supuesto «cambio del estatuto social», a través de una modificación de su estatuto. Y en el segundo proyecto, se pide autorización para que el Ejecutivo pueda llamar a una nueva licitación, esta vez, por 4 años, modificando el pliego anterior, y con un contrato de más de 375 millones de pesos.
Ottonello dijo al respecto: «el contrato rescindido había sido celebrado sólo por dos años y vencía en noviembre del 2015, es decir sobre el final del mandato del actual Intendente, y justo ahora cuando faltan unos pocos meses para la elección del nuevo Intendente municipal a Julio Pereyra se le ocurre dejar sin efecto aquel contrato y llamar a nueva licitación (previamente digitada y cuyo proceso insumirá varios meses) para poder firmar uno nuevo antes de que finalice su ciclo de gobierno y por nada menos que cuatro años. Frente a esta inocultable maniobra político-económica no hace falta ser muy ducho ni demasiado inteligente para advertir que la verdadera intencionalidad es la de «asegurarse» este multimillonario contrato en manos de alguna empresa «amiga», de modo tal de limitar y condicionar al próximo gobierno comunal. No sería de extrañar, más bien respondería fielmente a esa lógica política-económica, que a estos dos proyectos de Ordenanzas el Intendente y sus Concejales (propios y aliados) pretendan darle trámite express en sesiones extraordinarias».
Comida y asfaltos
Además del contrato de la basura, Basile tendría que ver con empresas vinculadas al suministro de alimentos a las escuelas del distrito, y también, con empresas constructoras que realizaron diversas obras en la ciudad. Su rol de múltiple proveedor parece no tener límites.