Duro de matar 7

Mientras el país se prepara para el balotaje entre Daniel Scioli y Mauricio Macri para decidir quién de los dos se convertirá en el nuevo Presidente de la nación, Florencio Varela ya eligió a su próximo Intendente, que será el mismo que hace casi un cuarto de siglo conduce los destinos de nuestra ciudad.
De acuerdo a su triunfo del 25 de octubre, Julio Pereyra tendrá un séptimo mandato consecutivo al frente de la Comuna, ya que fue electo Intendente en 1993 (completando el mandato iniciado por Carpinetti), 1995, 1999, 2003, 2007 y 2011.
Tal como lo anticipó la Encuesta de Mi Ciudad, Pereyra logró el primer lugar, seguido por Daniel Zisuela (UNA), Dardo Ottonello (Cambiemos), Roberto Gellert (Frente de Izquierda) y Alejandro Estupiñán (Progresistas).
La novedad es que, por primera vez en más de dos décadas, y si no hay «pases» de último momento, Pereyra deberá lidiar con un Concejo Deliberante donde la mayoría será de la oposición.
Pero hay algo peor para el futuro de Pereyra: por primera vez, no estará acompañado por un gobernador de su mismo signo político. El hecho es, hoy, su principal preocupación, que podría incrementarse si, encima, Macri termina siendo el próximo Presidente.

El Concejo que viene

Solo tres fuerzas obtuvieron bancas para el Concejo: el Frente para la Victoria, UNA y Cambiemos. Queda por resolverse si el reparto es de 6, 3 y 3, o de 5, 4 y 3, respectivamente.
Andrés Watson, Tony Suárez, Beatriz Tobio, Luis Camilletti y Luis Paz ingresan al Concejo por el Frente para la Victoria, quedando por resolverse si también entra el converso Juan Daffunchio.
Diego Giménez, Héctor Romero y Rosa Farías son los ediles electos por UNA, restando definirse la situación de Néstor Avalos, que podría ser el cuarto.
Cambiemos sumó tres concejales, Fabián Corimayo, María Candia López y Carlos Boco.
Como Pereyra llevará en su lista a un opositor, por el lugar que en las PASO logró Camiletti, de Nuevo Encuentro, solo lo esperan dos escenarios, casi igual de adversos: un Concejo con 10 ediles que le respondan y 14 en contra, o un Concejo con 9 concejales propios y 15 opositores. En ambos casos, quedará en minoría. No es poca cosa para quien se acostumbró a que el Concejo sea una «escribanía» donde su mayoría automática aprobó durante años cualquier proyecto remitido desde el Ejecutivo, muchas veces sin siquiera permitirle a la oposición discutirlo sobre tablas.
Una nueva época se abre para Florencio Varela entonces. Habrá que ver si la oposición se comporta como tal, o como, lamentablemente en muchas oportunidades ya ocurrió, termina cooptada por un oficialismo que sigue enquistado en el poder desde hace más de dos décadas y no tiene ninguna intención de irse.