Ser solidarios en época de pandemia



Edición Impresa » 03/04/2020

Matrimonio varelense fabrica protectores faciales para el Hospital El Cruce.

La era posmoderna parece comenzar a transformarse. Aquella que comenzaba con las guerras mundiales, la invención de los medios masivos de comunicación, las grandes computadoras, Internet, con los nuevos medios sociales. Sociedad en la que vivimos el hoy y ahora, donde el tiempo nos apura. Esa sociedad del conocimiento donde accedemos a la información, a una sociedad en red, donde la comunicación llega a escalas mundiales, donde el individualismo es el eje central, donde los valores se desmoronaron para valorar solamente lo material, la belleza y la perfección inyectada por las publicidades. Una sociedad donde el capitalismo nos hizo egoístas, mirar solo nuestro bienestar, nuestro ombligo.
Hoy, frente a esta nueva crisis mundial que estamos viviendo, la salud parece ser el valor más importante para las vidas de los seres humanos.
El coronavirus no distingue a su presa. Ha llegado a todas partes del mundo y solo se combate quedándonos en casa. Todavía hay personas que no logran entender lo importante que es el aislamiento social frente a esta pandemia del COVID-19.
Pero hay otras, además de los trabajadores de la salud, bomberos, policías, que no se ven, pero también trabajan para ayudar a los demás, que sin esperar nada a cambio, dedican horas de sus vidas en cuarentena para mejorar la vida de otros.
Es el caso de un matrimonio del barrio varelense Gobernador Monteverde, muy cerca del Fortín La Tropilla.
Él, Adrián Vega (56) nacido en Lanús. Ella, Marcela Monteleone (54) en Avellaneda. Están juntos hace más de 23 años gracias a la amistad de Marcela con la hermana de Adrián, viviendo en Florencio Varela, y fruto de esa unión, nació Sofía (21). En una breve entrevista para Mi Ciudad, nos cuentan qué es esto de ser solidarios en época de pandemia.

 

-Contanos Adrián ¿quiénes son y qué están haciendo?
- Bueno, mi familia está integrada por mi esposa Marcela, contadora pública, que se dedica a la docencia como secretaria en un instituto privado de Ranelagh, nuestra hija, Sofía, que se encuentra cursando su último año de la licenciatura en actuación, y yo, que soy docente de la Escuela Técnica N° 1 en Bosques. Por un proyecto personal adquirimos una impresora 3D y estamos confeccionando las máscaras para médicos y enfermeros del Hospital del Cruce y el Hospital Cañuelas en forma totalmente gratuita.
- ¿Cómo surge la idea de realizar esto, y la decisión de llevarla a cabo?
- Nos comunicaron por WhatsApp que se estaban formando grupos de maker para colaborar con máscaras faciales para médicos y enfermeros. Me comuniqué con mi amigo médico, Diego Cerrudo, preguntándole si ellos necesitaban estas máscaras y de forma inmediata aceptó nuestra propuesta y así comenzamos la fabricación de las mismas.
- ¿De qué manera solventan esta iniciativa? ¿Reciben ayuda económica o de algún otro tipo?
- La materia prima (filamento PLA) la aportó el Hospital de Cañuelas y con la ayuda de los vecinos con los cuales tenemos un grupo de WhatsApp, solicitamos la colaboración de ellos para conseguir placas radiográficas viejas. La solidaridad fue tan grande que pronto nos hicimos de las placas que lavamos cuidadosamente con lavandina para poder de esta manera hacer el frente protector, pero nos faltaba la cinta elástica para sujetar la máscara y con un poco de ingenio, con cámaras usadas de bicicletas desinfectadas pudimos armarlas. Así salió el primer envío de máscaras. Después se pudo conseguir acetato transparente y elásticos que nos proveyó el Hospital de Cañuelas y ahora es con eso que las estamos haciendo.
- ¿Por qué en épocas de individualismo ustedes piensan en los demás? ¿Qué es lo que los moviliza a invertir su tiempo en ayudar a aquellos que lo necesitan?
- Creo que todos tenemos vocación de servicio y muchas veces no sabemos cómo ayudar o colaborar. Esto que está sucediendo a nivel mundial nos moviliza y conmueve realmente. Si bien, ambos seguimos realizando nuestras actividades desde casa, destinamos parte del tiempo a colaborar, porque los verdaderos héroes son todos aquellos que salen día tras día a trabajar y ponen sus vidas en riesgo para cuidarnos, mientras que nosotros estamos seguros en casa. Lo nuestro es solo un granito de arena. Todos somos partes de esta sociedad y como tal debemos ser seres sociables y solidarios.
- ¿Creen que a raíz de esta pandemia la sociedad va a cambiar?
- Sí. De hecho, nosotros no somos los mismos. Creo que la sociedad ya no va a ser la misma, como te dije antes, todos estamos poniendo nuestro granito de arena desde el lugar que nos toca, ya que con solo quedarnos en casa estamos ayudando a que el virus no se propague y aprendiendo que la vida es más importante que lo material. Debemos cuidar a aquellos que salen para que vuelvan sanos a casa con sus familias.
- En nombre de Mi Ciudad, agradecemos sus palabras y su colaboración para los trabajadores de la salud, pero nos gustaría que nos cuenten cómo fue que llegaron a vivir en Varela.
- Mis suegros habían comprado el terreno donde actualmente vivimos y con mucho esfuerzo hicieron su casa. Por esas cosas de la vida, nunca se vinieron a vivir acá, decidieron quedarse en Avellaneda. Un día, hace 23 años decidimos casarnos y venirnos a vivir a Varela. Para nosotros era todo un reto, ya que ambos trabajábamos en CABA en esos días, y de a poco nos fuimos afianzando acá y de hecho hoy nos consideramos y sentimos varelenses.
- Y la última Adrián… ¿es verdad que sos un excelente parrillero? Hay fuentes que lo confirman…
- (Risas) Así dicen, te lo dirán mis vecinos después de la pandemia. Me han comprometido y he aceptado ser el parrillero oficial el día que se pueda comer un asado reunidos como antes…


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