Mariela Peña presentó su tercer libro

Mariela Peña es una joven y exitosa escritora varelense que acaba de presentar su tercer libro: “No creas todo lo que escuches”, tercera parte de la saga iniciada en 2017 con “No creas todo lo que te digo”, todos ellos con el sello de la Editorial Quipu. A poco más de un mes de cumplir 33 años, esta ex alumna del Colegio del Centenario y del Instituto Nuestra Señora del Sagrado Corazón, que también es ex vecina del barrio La Esmeralda ya lleva más de dos años viviendo en Montevideo, Uruguay. “Acá nunca tuvimos cuarentena obligatoria y hubo pocos casos, por eso yo voy a recordar esta época de un modo distinto a como lo van a hacer allá”, dice a Mi Ciudad. Y agrega: “Sentí que vine acá cuando tenía que hacerlo, ni antes ni después, y me recibieron muy bien”.

-¿Cómo empezó en vos la vocación de escribir?
-Es lo único que hago desde muy chica. Siempre me interesó el arte. Estudié canto, música, teatro, comedia musical, y todo lo abandoné. Menos la escritura. Eso fue lo que persistió. Escribo desde toda la vida, desde muy chiquita. Pero de una manera íntima. Creo que recién cuando fui grande mis viejos se dieron cuenta de que era una pasión particular. No era algo que yo contaba demasiado.
-Tu primer libro, una ficción juvenil, apareció hace tres años. ¿Cómo lo ves ahora?
-Ese libro me sigue dando muchas satisfacciones. La gente lo recibió muy bien, tiene sus reediciones, fue el primero, el más imperfecto y el que me puede dar un poco de pudor volver a leer, pero también es el más especial.
-Y tuvo su secuela…
-Sí. “No creas todo lo que ves” es la continuidad, empieza en el momento preciso en el que termina la primera parte. Yo los pensé en forma conjunta. Siempre supe que iba a haber una segunda parte. La tercera no, la idea surgió mucho después.
-Y finalmente llegó “No creas todo lo que digo”…
-En plena cuarentena. Iba a salir el año pasado y esperamos para presentarlo en la Feria del Libro de este año, pero la pandemia nos cambió los planes. La presentación fue por zoom. Es el que más me gusta de los tres. Le tengo mucha fe a la historia. Es muy genuino, muy honesto.

-¿Cómo surgen tus historias?
-Hay un poco de hurgar en mi propio pasado, de observar el mundo adolescente, y de fantasear lo que sería mi adolescencia en estos tiempos de redes sociales e hiperconectividad.
-¿Cómo construís a los personajes?
-La protagonista tiene mucho de la adolescente que fui. Y los personajes secundarios es observación pura. La tercera parte es más compleja en ese sentido. Los personajes están más maduros. No se puede escribir literatura juvenil si no estás en contacto con el mundo adolescente.
-Sin buscar dejar alguna moraleja con tus libros, ¿querés que les cambie algo a quienes te leen?
-Un texto que no te modifica en algún punto es olvidable. Yo aspiro a que mis libros les dejen algo a los lectores. No creo en los mensajes y las moralejas, porque no soy quien para darlos, no soy una profeta. Pero mis personajes también llevan algo de mi visión del mundo. Aunque creo que los adultos tenemos que escuchar más que bajar línea, como lo dijo una vez el Indio Solari.
-¿Tenés algo más en camino?
-Estoy a full, tengo por los menos tres historias esperándome. Una casi cocinada, una promediándola, y una tercera recién empezada que es para adultos. Y mi primer poemario.
-¿Cuándo escribís? ¿Es una rutina o lo hacés cuando te dan ganas?
-Escribir es el resultado de lo que yo llamo “horas culo”: sentarse a escribir, no con la pretensión de que te salga el texto de tu vida. Pero escribir es un ejercicio también. Si uno no se pone los textos no salen. Hay que tomárselo como un oficio. Trato de tener un rato todos los días para hacerlo.

Mariela también es correctora especialista en literatura jurídica, coordina cinco talleres literarios, cumple funciones en el Centro Cultural y Gastronómico Escaramuza, de Montevideo, y participa de un ciclo de charlas con el psicólogo Fabio Lacolla.
“Viajo muy seguido a Argentina, salvo en esta época de pandemia, y allá tengo a mis mejores amigos y a mi familia. Por eso creo que vivo acá y allá. Me cuesta quedarme quieta mucho tiempo. Por ahora estoy acá, más adelante veremos…”, nos dice para cerrar.