Por Agustina Marazzato
Para Oscar Laviaga los autos son su vida: «el automovilismo y el fútbol me apasionaron desde siempre» nos cuenta mientras nos recibe amistosamente en el concesionario Os-Car de Avenida San Martín 2180.
Para Oscar Laviaga los autos son su vida: «el automovilismo y el fútbol me apasionaron desde siempre» nos cuenta mientras nos recibe amistosamente en el concesionario Os-Car de Avenida San Martín 2180. Automóviles multimarca y banderines de Defensa y Justicia predominan en el lujoso salón.
«Hace más de treinta y dos años estoy en el rubro, comencé con un gran amigo a vender autos usados en un galpón en El Ombú, luego nos mudamos por la misma zona a un local en la Avenida Perón y Remedios de Escalada y, desde 2013 - luego de estar armando este concesionario durante cuatro años- inauguramos aquí, en el centro de Varela» rememora Oscar.
Este comercio se caracteriza por la venta de automóviles cero kilómetro (Fiat, Citroën, Peugeot, Volkswagen, Chevrolet, Ford, Honda, BMW, Mercedes Benz, entre otros) y usados. En gran medida, los autos que fueron adquiridos aquí vuelven en un par de años y luego de una minuciosa revisión mecánica, se ponen a la venta nuevamente.
La manera en que Oscar concibe su trabajo es a través de su sello personal: «soy un trabajador a leña» se define. «Soy el primero en llegar, el último en irme y, además, tengo un equipo de seis personas con el que formamos un gran grupo. La clientela aprecia el trato personalizado y es muy fiel. Le vendemos autos a la tercera generación, desde el abuelo, el padre y el joven que recién saca su primer cero kilómetro. Tratamos de que el cliente se sienta querido, entre amigos. Estamos en los detalles, todos los vehículos se van con un vino y flores de regalo. Si alguien tiene algún problema, sabe que lo charla directo conmigo. Me gusta el ida y vuelta con la gente».
Hablando de generaciones, Oscar destaca el trabajo de su hijo Facu: «comenzó en pandemia, mientras hacía el colegio virtual, hoy ya quiere pasar de lo administrativo a la venta, es muy responsable» dice orgulloso a Mi Ciudad.
La distendida charla culminó con Oscar muy agradecido a la gente varelense: «Quiero agradecer especialmente a los clientes por la confianza en nosotros, realmente son espectaculares. También a las instituciones tales como el Sindicato de Trabajadores Municipales de Florencio Varela, el Rotary Club, el Instituto Santa Lucía, La Sociedad de Fomento Villa San Luis, el Club Defensa y Justicia, el Círculo Médico de Varela, los Bomberos Voluntarios de Varela, la Casa de Portugal de City Bell, la Federación de Clubes Independientes de Varela, y la Asociación Japonesa de Florencio Varela y de la La Plata, que nos eligen una y otra vez para las rifas- afirma Laviaga.
«Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero yo sí lo soy. Es importante ser localista, abogando por el consumo interno» concluye.