Por F. S.
Una pieza antológica del grupo Les Luthiers, llevaba como nombre «La sobras de ayer», ironizando en un astuto juego entre la palabra obras y el término sobras. Cualquier semejanza con el panorama de los próximos doce meses en Florencio Varela es pura casualidad. ¿O no?
En tiempos de crisis, de pelea política y de realineamientos, es difícil saber de dónde se puede sacar la plata para simular que algo se está haciendo, especialmente de cara a un año electoral como será el 2013.
Esa es la situación a que se ven expuestos la mayor parte de los intendentes del Conurbano, que debieron definir con meticulosa precisión sus lealtades. Así, relegaron al Gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que además mostraba claros signos de agotamiento en la billetera provincial. El alineamiento se dio con la Nación, no sólo por la cuestión política de fondo (el kirchnerismo es, ante todo, Cristina Fernández de Kirchner), sino también por la cartera del ministro Julio De Vido.
Así, la Presidenta de la Nación prometió, en una reunión realizada en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, el 17 de octubre, que habría 9 mil millones de pesos para que (sí, esos mismos a los que Néstor Kirchner prometió combatir, y luego debió sumar a sus filas) los «Barones del Conurbano» puedan hacer obras.
Es que la crisis mundial y la contracción económica obligan a desarrollar políticas contracíclicas, como dio en llamarlas el economista norteamericano y padre del «Estado de Bienestar», John Keynes.
Claro que Keynes no tuvo nunca oportunidad de visitar el Gran Buenos Aires, y sí la tuviera hoy, lo único que lograría sería morirse por segunda vez. Un claro ejemplo de que el destino de los aportes económicos del Estado Nacional puede ser claramente difuso es Florencio Varela. Un distrito donde el ensanche de una avenida lleva ya más de tres años, con un avance que apenas incluye una primera etapa, y un abandono de obras en el segundo tramo. O en el que los baches se multiplican al infinito, sin que se recuperen vías troncales de acceso a zonas de producción agrícola, o en el que no hay fomento industrial sostenido.
Un distrito que cuenta con un solo cruce bajovías, y casi una decena de anacrónicos pasos a nivel, con estaciones ferroviarias que continúan siendo apeaderos como en sus comienzos: Ardigó, Santa Sofía y Zeballos; o que no cuenta con el archiprometido servicio electrificado.
En el encuentro en el que otros mandatarios comunales dieron cuenta de las obras pendientes que requieren de financiamiento en sus distritos, en el colmo orgiástico de la obsecuencia, Julio Pereyra remarcó que su interés radica en que la Presidenta evalúe la posibilidad de abrir el debate sobre una posible re-reelección.
«Más Municipio, Mejor Provincia, Más Modelo», se llama la herramienta que ya había sido presentada tiempo atrás por el titular del Ministerio de Planificación Federal de la Nación.
Bolsillos vacíos
El aporte económico de la Nación se anunció en el marco de dos ejes centrales. Por un lado, la pulseada entre la Casa Rosada y el sillón de Dardo Rocha; ya que mientras que Scioli coquetea con lanzarse por fuera del kirchnerismo, desde Balcarce 50 condicionan a la tropa respecto de sus lealtades. Por el otro, el gobernador bonaerense ya había dejado en claro los difíciles trances económicos que venía ofreciendo su gestión, que estuvo a punto de no poder concretar el pago del medio aguinaldo de julio.
El lunes 15 de octubre, un grupo de intendentes del Gran Buenos Aires, entre quienes estaba el conductor de los destinos varelenses, Julio Pereyra, se reunió con legisladores provinciales. El objetivo del encuentro fue plantear demandas de dinero de cara al Presupuesto 2013 de la Provincia.
Los jefes comunales reclaman el giro de mayor cantidad de fondos, a partir de la merma de recursos que tendrán por la vigencia de la ley de financiamiento educativo, que podría recortar sus ingresos en unos 1100 millones de pesos.
El varelense y titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM), planteó que el destino de los fondos que se reclamaron en el encuentro era el de cubrir gastos corrientes. Y es que los intendentes saben a ciencia cierta que el Gobierno Provincial no podrá financiar obras en 2013.
Las cuentas no vienen bien en el distrito. A fines de agosto último, el Tribunal de Cuentas provincial había dado a conocer los resultados de la evaluación de los ejercicios presupuestarios del año 2010 (sí, con ese atraso van los análisis presupuestarios). En el caso de Florencio Varela, las cuentas fueron aprobadas, aunque con dudas.
A Julio Pereyra, el Tribunal de Cuentas lo multó con 4600 pesos, y también aplicó multas para un importante número de funcionarios de su gabinete.
A eso se sumaron cargos por 5 millones de pesos, que el varelense debería afrontar junto a otros funcionarios, entre ellos el ex secretario de Obras Públicas comunal, Tomás Vanrell. Todo esto porque, entre varias otras cuestiones, el Tribunal objetó que se omitieron los envíos de diversos formularios, en el marco de la Rendición de Cuentas. En otras palabras, se mandaron a medias los papeles, con lo cual la justificación de gastos no quedó para nada clara. Pero para entender en qué grado crítico se encuentran las arcas municipales al día de hoy, habrá que esperar otros dos años a que el Tribunal de Cuentas provincial se ponga al día.
Si de números para el 2013 se trata, hay que tener en cuenta que el comparativo de montos totales para las obras locales contrasta en Florencio Varela los 31.458.603 pesos de 2012, con los 20.712.952 estipulados para el año próximo. Una reducción de poco más del 30 por ciento.
Sólo como dato, vale tener en cuenta que en Avellaneda se reducirá apenas en un diez por ciento (de 92 a 80 millones), Berazategui subirá de 28 a 29 millones, Ezeiza se irá de 8 a 15 millones, Ensenada de 16 a 41 millones, Quilmes de 29 a 30 millones, Lanús de 5 a 32 millones; sólo por mencionar ejemplos cercanos. Y datos oficiales.
Ciudad de Dios
Después de que fueran puestos en evidencia los inocultables retrasos de los planes de viviendas, en el marco del Plan Federal dispuesto por el Gobierno Nacional, se suma otro dato inquietante para Florencio Varela: el único jardín de infantes que estaba previsto construir este año con fondos del gobierno provincial, pasará a 2013, y estará sujeto, claro está, a la situación financiera del Gobierno Bonaerense.
La contratara de este achicamiento financiero está dada por la llegada del proyecto de una suerte de «Ciudad de Dios». No a la brasileña, claro está, porque lejos está de tratarse de una favela. En realidad, será una ciudad con todos los lujos, un verdadero centro de espiritualidad que estará ubicado en una zona que no ha sido aprovechada ni urbanizada, en los lindes entre Florencio Varela y Almirante Brown.
Allí, detrás de los asentamientos que se fueron dando en forma irregular, estará ubicada la fastuosa ciudad, en cuya construcción el intendente aseguró que no habrá un solo centavo de inversión municipal. Eso sí, tendrá muchas viviendas, como las que no avanzan a través del Plan Federal; y tendrá establecimientos educativos, que en ese caso no estarán sujetos a la disponibilidad de fondos.
El barrio que pretende el intendente Julio Pereyra en Florencio Varela tendrá doce manzanas. Esto equivale a imaginar todo el centro comercial varelense, porque se trata de una superficie idéntica a la delimitada por las calles Presidente Perón, avenida San Martín, San Juan y Alberdi.-
Pero además, el barrio no será tal, sino que constituirá una suerte de ciudad dentro de la ciudad, ofreciendo un ostentoso panorama arquitectónico y económico en claro contraste con la pobreza que lo rodeará.
El proyecto pertenece a la Asociación Argentina de Meditación Trascendental (AAMT), que tiene un singular sitio web: www.mt.org.ar. De acuerdo a lo comunicado oficialmente por AAMT, la construcción del «barrio espiritual» tendrá lugar en 2013.
El «Vastu Maharishi», como se lo conocerá, contará con viviendas y escuelas para albergar a 400 alumnos. De acuerdo a los datos oficiales, habrá 95 viviendas, el Brahmasthan: un centro de meditación en el que estarán las dos escuelas, y un edificio de doce pisos de altura, destinado a la meditación, y que llevará el nombre de «Torre de la Invencibilidad.
Ya existe una «ciudad» para la meditación en Estados Unidos, pero la varelense será la primera de América Latina. En ese marco, no deja de sorprender no sólo las curiosas características del proyecto, sino el contraste que ofrecerá con el entorno de un distrito surcado por la pobreza.
Cabe preguntarse qué tipo de contraprestaciones solicitará el Municipio a la firma desarrolladora para aprobar el proyecto, a la luz de que la aprobación de grandes superficies de tan sólo 5000 metros cuadrados implica que cadenas comerciales multinacionales deban llevar adelante inversiones en servicios e infraestructura de beneficio público en todos los distritos vecinos.
El antecedente más cercano es la llegada de la firma Carrefour a Florencio Varela, donde no se conoció públicamente cuál fue la contraprestación ofrecida (si es que la hubo, y que además fue pública). En tanto que la empresa sólo realizó mejoras de desagüe y ensanche de un centenar de metros de la Avenida del trabajo, contiguos a su sede.
La «Ciudad de Dios» demandaría una inversión de medio millón de dólares tan sólo para la construcción de la base de la Torre de Invencibilidad y su excavación previa.
La financiación del proyecto, se informó, no implicará dinero de las arcas municipales; sino que será íntegramente privada. La AAMT anunció que será el cineasta David Lynch uno de los aportantes de los fondos necesarios para la financiación, mientras que el resto del dinero será aportado por la propia asociación, donantes y eventos sobre los que no se brindaron precisiones.
Lo que sí se supo, como contracara de la postergación de obras del único jardín de infantes público proyectado para el distrito, y del mal estado de numerosos establecimientos educativos varelenses, es que cada uno de los establecimientos educativos tendrá una superficie de 1600 metros cuadrados, dos pisos de altura y una capacidad para 400 alumnos. Estarán en un terreno de 7900 metros cuadrados en el que se ubicarán los 1900 metros cuadrados de la Torre de 12 pisos con salas de exhibiciones y reuniones, consultorios y buffet.
Otro dato singular es que en el distrito donde existe un barrio de viviendas sociales completamente abandonado sobre la Ruta 36, es que las 95 casas estarán distribuidas en 57 mil metros cuadrados. De acuerdo al tamaño habrá tres clases de casas: las Sthapatya Jacarandá, de 90 metros cuadrados; las Sthapatya Cerezo, de 100 metros cuadrados; y las Sthapatya Nogal, de 140 metros cuadrados. Los costos, por ahora sólo estimados, se ubican en torno a los 1000 dólares el metro cuadrado. Una verdadera ganga, que pese a los meditabundos fines del proyecto, bastante tiene de materialista.