Curiosos son, cuanto menos, los conceptos de debate, democracia y pluralismo que rigen los destinos de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, de Florencio Varela.
La Casa de Altos estudios que se financia y sostiene con el aporte que a través de sus impuestos realizan los argentinos, ya no sólo los varelenses, marca tasas de crecimiento exponenciales si se las compara con las de otras universidades nacionales. Claro que, como contratara, parece haberse convertido en una mera cátedra de adoctrinamiento partidario y no en un polo de desarrollo de conocimientos.
Quizá el dato más gráfico sea que el 27 del último mes de junio, se desarrolló en sus instalaciones «La Era de Kirchner», con la proyección de un documental y posterior debate.
El material fílmico pertenece a Alejandro Mezzardi, miembro de Carta Abierta, el grupo de intelectuales alineados con el «modelo K». En el panel de debate estuvo, además, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, otro de los pilares «ideológicos» de la era kirchnerista.
En el otro extremo, allá por el año 2011, más exactamente el 28 de octubre, se realizó la charla-debate «La importancia de las nuevas Universidades», organizada por la agrupación La Cámpora que funciona dentro de la propia UNAJ. Los disertantes habían sido, obviamente, «del palo»: Anabella Lucardi (Responsable de La Cámpora Universidad a nivel nacional) y Facundo Tignanelli (Secretario de Organización de la Provincia de Buenos Aires de La Cámpora).
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