EDITORIAL

Sueños y pesadillas



Editorial » 01/10/2013

A pocos días de las Elecciones, el Intendente Pereyra insiste en su campaña con el slogan inaugurado para las recientes PASO. «Sueños cumplidos», dicen los avisos y las gigantografías que el oficialismo desplegó por toda la ciudad.

 

La humorada popular no se hizo esperar, y las redes sociales se inundaron de mensajes que coincidían en señalar que los únicos que cumplieron sus sueños en este distrito… son los funcionarios.

 

Lo lamentable es que para el Intendente y su gente, tener un paso bajo nivel –uno sólo, en una ciudad de casi medio millón de habitantes- sea un «sueño cumplido»,  cuando todos los distritos vecinos tienen al menos tres. Sin hablar de que en este caso, el sueño en cuestión no llegó para los discapacitados, que no tienen una rampa que les permita cruzar de un lado al otro de Florencio Varela.

 

Lo mismo ocurre con el ensanchamiento de la Avenida Eva Perón, que los varelenses estamos esperando desde hace más de 30 años. Obra que se hace –igual que el paso bajo nivel- con recursos del Estado Nacional. No es un sueño, sino una necesidad que refleja el atraso enorme de este Pueblo en relación a toda la zona.

 

La Universidad Nacional Arturo Jauretche es otro de los logros esgrimidos por el pereyrismo. Pero todos sabemos que en su génesis poco y nada tuvieron que ver los que hoy se cuelgan las cucardas de esta conquista, sino, más precisamente, docentes y militantes de diversas organizaciones sociales. Y sobre este punto en especial, habrá que esperar que sea cierto aquello de que los hombres pasan y las instituciones quedan, para que nuestra Universidad sea de verdad un espacio plural y democrático, abierto al debate de todas las ideologías, y no un órgano difusor de las políticas kirchneristas, como lo vino siendo hasta el momento.

 

Sobre el Hospital El Cruce, otra de las obras que la administración Pereyra se adjudica, hay que señalar que el extraordinario centro asistencial, que es un sanatorio de alta complejidad, y no de atención primaria, también fue construido con fondos del Gobierno Nacional. Por eso, cabe preguntarse qué pasa con el resto de la atención sanitaria en el distrito, donde las «salitas» siguen dejando mucho que desear, al igual que el Hospital Mi Pueblo, donde los médicos no dan abasto, y donde se dan turnos hasta de más de 30 días a los enfermos que solicitan atención.

 

Y hablando de sueños no cumplidos… Después de 20 años como Intendente, Pereyra no cumplió sus dos promesas más repetidas: cloacas y agua potable para la totalidad de los varelenses. Cloacas y agua. A ver si se entiende. En pleno Nuevo Milenio. Hay miles de varelenses que no las tienen.

 

¿Cuáles son los sueños que esta administración, que ya lleva dos décadas en el poder, considera «cumplidos»? ¿Cuáles son las obras que Pereyra hizo con la plata de las tasas municipales?

Podrán hablarnos de sueños. Pero somos muchos los varelenses que queremos despertarnos de una pesadilla que ya está durando demasiado.


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