EDITORIAL

Ideales e ilusiones



Editorial » 01/06/2018

Durante la celebración del último 25 de Mayo en la Plaza San Juan Bautista, el Intendente Watson dio un discurso llamando a «trabajar juntos para ver a nuestra patria de pie y no de rodillas frente a un Estado neoliberal», agregando: «nuestros próceres tenían el ideal y el fervor de una Patria y dejar de ser colonia, gracias a ellos hoy somos un pueblo libre, y debemos seguir luchando por esos ideales».
En el mismo acto, el ahora diputado provincial Julio Pereyra no perdió su oportunidad y remarcó: «¿Qué es la Patria si nosotros, como país, no podemos direccionar nuestras políticas y estar sujetos a lo que decidan en el extranjero?. Ojalá que el Presidente de la Nación reflexione y entienda que tenemos que volver al camino de la producción, el trabajo y con participación de todos, porque nos merecemos una Argentina mejor». Al lado de ambos, aplaudían entusiasmados el ex legislador nacional Carlos Kunkel y la ex senadora, diputada y vice gobernadora Graciela Giannettasio.
No menos que una enorme vergüenza ajena da ver el desparpajo con el que los responsables del atraso de esta ciudad se ponen a dar consejos y a seudo compararse nada menos que con los próceres que hicieron la Argentina.
Pereyra, devenido en politólogo y consejero presidencial, está denunciado e imputado por enriquecimiento ilícito. Y aunque dice no tener casa propia, sus ex esposas acumulan varias y muy lujosas propiedades. No es todo: el hombre que vivía en una casilla sin inodoro y ahora reside en una mansión millonaria que dice «alquilar» además se da el lujo de presidir una «Fundación Internacional» desde la cual pretende lograr el «desarrollo local». Su capacidad para lograrlo queda de manifiesto con solo recorrer la ciudad que «desarrolló» durante un cuarto de siglo.
Giannettasio formó parte del «primer peronismo» luego de la apertura de la Democracia en 1983 y desde entonces se dedicó a ocupar distintas bancas en la función pública sin que ello haya redundado en progreso alguno para nuestro distrito. También, fue gestora del «Huevo de la Serpiente», del cual nació Pereyra, para sacar a Carpinetti del medio y entronizarlo en la Comuna.
Sobre Kunkel nada nuevo hay por decir. Ex integrante de la criminal organización terrorista «Montoneros», no tenía casa propia cuando retomó la actividad política a comienzos de los 80, aunque hoy también vive como un millonario. Su absoluta inoperancia en cuanto a nuestro Distrito en sus años como legislador nacional sólo es comparable a su responsabilidad por acción u omisión con el desastre que su partido hizo desde 1983 hasta nuestros días en este Pueblo.
En el mismo acto, también habló un alumno de sexto grado de la Escuela 1, quien dijo: «Ser libres es no ponerle techo a nuestras ilusiones. Hoy Argentina necesita gente comprometida para seguir luchando por los ideales de nuestros próceres de la Revolución de Mayo».
Para que esos ideales se recuperen y se alcancen, muchas cosas deberían cambiar en el país. Por empezar, los ladrones deberían estar presos. Y los asesinos, también. Y si de no ponerle techo a nuestras ilusiones se trata, ¿por qué no pensar que algún día esto pueda hacerse realidad?


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