Por Alejandro César Suárez | @alecesarsuarez
El mes pasado, una alarmante versión se viralizó en las redes: la que decía que, desde el gobierno provincial, se iba a rebajar en un 40 por ciento el presupuesto del Hospital El Cruce, lo que tornaría inviable su continuidad. El rumor sirvió para que desde el kirchnerismo y otros espacios políticos se convocara a un «abrazo» para impedir el supuesto recorte.
Desde Mi Ciudad consultamos por el tema a las autoridades de Salud de la Provincia y recibimos una contundente respuesta: no había ningún recorte previsto para el Hospital. Dos días más tarde, la desmentida tomó forma de comunicado. Lo del «recorte» no era verdad. Sin embargo, igualmente el «abrazo» se llevó a cabo. Y tras él, se dijo que «por la reacción popular» se había «dado marcha atrás» con la medida. Sin embargo, hasta ahora nunca este Gobierno dejó de hacer algo por un acto político en su contra. Mucho menos, suspender un recorte de cualquier tipo. Además, desde el Ministerio de Salud les pidieron la renuncia a todos los funcionarios que instalaron la falsa noticia y ya asumió un nuevo Director en el Hospital. Y hasta el Ministro de Salud de la Nación se refirió al caso: «No sabemos con qué motivo o razón, las autoridades del Hospital dijeron que recortamos el presupuesto. Yo me sorprendí y me molestó, y lo mismo pasó con las autoridades provinciales», dijo Adolfo Rubinstein.
Ahora, se está llamando a «abrazar» a la Universidad Jauretche, también, por un supuesto «recorte» que «no garantiza el pago de los sueldos de noviembre», según se dijo desde el centro educativo. Más allá de sus innegables méritos catedráticos, y de su enorme valor cultural y social para nuestra ciudad y toda la zona, la UNAJ fue, desde su creación, una permanente usina de propaganda kirchnerista. El color monocromático de todas sus conferencias y debates, más la directa realización de actos partidarios de un mismo sector político y de un único pensamiento, así lo confirman. Por eso, este supuesto nuevo «recorte» anunciado por lo menos nos invita a dudar de su veracidad.
Es que el kirchnerismo y sus ocasionales aliados políticos se especializan en montar relatos que distorsionan la realidad para llevar agua para su molino. Desde la «desaparición forzada» de Santiago Maldonado, a la que ahora le darán forma de película, filmada por la multimillonaria hija de la multimillonaria ex Presidente, hasta la obscena reivindicación que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a otras organizaciones de Derechos Humanos, hicieron el último 24 de marzo de los asesinos guerrilleros de la década del 70. No son revisionistas, sino hipócritas y farsantes, obstinados sostenedores de una década de corrupción en la que sus líderes se enriquecieron impúdicamente y en la que se asesinó a un Fiscal de la Nación que acusó a la ex mandataria de encubrir el mayor acto terrorista sufrido en la historia de nuestro país.
El Hospital El Cruce y la Universidad Jauretche son logros que Florencio Varela esperó durante mucho tiempo y que debe defender de recortes y también de relatos oportunistas.
La Salud y la Educación son dos pilares básicos de nuestra sociedad, pero a la hora de los abrazos, no debería olvidarse que lo más importante es abrazarse a la verdad.