Hay abusos y abusos, y abusadores y abusadores. La vara no parece medir a todos por igual. Por lo menos, desde el oficialismo.
La noticia se conoció en diciembre de 2018. El ex concejal de Florencio Varela y en ese entonces senador provincial Jorge “Loco “Romero había sido denunciado por abuso sexual. El legislador de Unidad Ciudadana-Frente para la Victoria era también el líder de la agrupación kirchnerista “La Cámpora” de nuestra ciudad.
La militante Stephanie Calo fue quien llevó el caso a la Justicia, y también hizo declaraciones a medios nacionales. «Luego de ir a bailar, nos encontramos con Romero. Fuimos a su departamento. Estuve porque quise con una de las personas y, cuando salí de la habitación, vi que había una de las chicas que estaba muy alcoholizada y pregunté por ella. ‘El Loco’ estaba pasado de copas. Me increpó y me dijo: ‘ahora vas a tener sexo oral conmigo, con él y con él’” ‘. Me trató como a una trabajadora sexual. Me agarró, me metió en el baño, trabó la puerta, sacó el miembro afuera y quiso tener sexo oral. Abrí la puerta para salir y me metió otra vez dentro. Había gente afuera y yo gritaba. Le tuve que rogar. Le dije que nos veíamos la semana que viene para poder salir», manifestó al canal TN.
La hipócrita respuesta de Romero llegó por las redes sociales. “Soy un varón criado en una sociedad patriarcal. Además soy un militante político con responsabilidades. Desde ese lugar, y a la luz del trabajo de visibilizacion que han hecho mis compañeras de la organización donde milito, puedo ver que en el pasado tuve prácticas machistas que en ese momento parecían naturales. Es por eso que he decidido dar un paso al costado de mis responsabilidades políticas para someterme a los procesos que determine la aplicación del protocolo que la organizacion ha generado para éstos casos. Deconstruirnos significa mejorarnos a nosotros mismos en todos los sentidos y eso es lo que debemos hacer si queremos mejorar también la organización donde militamos y, en definitiva, construir una sociedad más justa, libre y soberana”, dijo. Pero nunca renunció a su banca.
Calo también denunció lo ocurrido al responsable de Logística Nacional de La Cámpora, Miguel Angel Despo: “le conté lo que me pasó y se sonrió. Me dijo que hay más pibas que les pasó eso y que es el modus operandi de El Loco”, agregó.
Ahora, fue la ex par de Romero, Teresa García, senadora kirchnerista de San Isidro, quien salió a bancar al denunciado. Y lo hizo desde su escaño en la legislatura provincial, despidiendo al hombre que terminaba su mandato como si se tratara de un mártir: «Tenemos un compañero que no está, y es un compañero que se va y merece la mención de todos nosotros. Independientemente de las razones que no lo tengan acá hoy, Romero es un compañero humilde. Él vino del fondo de Varela a la militancia política… Es un compañero como todos nosotros que estamos acá, que ha tenido problemas en la vida. Muchos de acá los tendrán. Sin embargo, lo que quiero reconocerle a él es su condición de militante. Quería reconocerlo públicamente porque son esas cosas que se ocultan y de las que no se hablan.
Tras de la situación desgraciada o no querida que sufre, también a veces sufre la ignorancia de sus propios compañeros. No es nuestro caso. Los peronistas terminamos haciéndonos cargo de la vida y la militancia de nuestros compañeros, a veces con cosas buenas, y a veces con cosas complicadas», dijo ante el resto de los senadores.
Como premio a sus palabras, García fue designada Ministra de Gobierno por el flamante primer mandatario de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
En otro caso de características similares, en Mi Ciudad de mayo de 2018, Aylén Borda, también integrante de La Cámpora, denunció “violencia psicológica y física” ejercida por su ex pareja, de la misma agrupación, y aseguró que los dirigentes locales de la facción kirchnerista “le dijeron que se callara”. En la Comisaría de la Mujer la quisieron hacer desistir de su denuncia y hasta la psicóloga de La Cámpora le sugirió no hablar más del asunto. En esa nota, Aylén, además, dijo que su caso no era el único, y nombró a Romero: “Hace poco hubo otro caso con una chica de Quilmes, de quince años, a la que le terminaron dando una responsabilidad de un área dentro de la agrupación, otro en la UBA, en el que tuvo que intervenir ATE… Muchos casos se derivan a gente que también tiene denuncias. El propio Mariano Recalde tiene un caso. Y también el «Loco» Romero, que es íntimo de Máximo Kirchner y es senador provincial.”.