Pertenecer tiene sus privilegios



Nota de tapa » 01/03/2021

Cuando la escritora Beatriz Sarlo confesó en un programa televisivo que le habían ofrecido vacunarse «por debajo de la mesa» y que se había negado a aceptar esa propuesta, nadie se imaginaba que el «épico» plan de vacunación dispuesto por el gobierno nacional iba a estallar en forma de escándalo internacional merced a la revelación de uno de sus periodistas más obsecuentes.
Apenas conocido el affaire de la «vacunación VIP» que le costó su puesto al Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, trascendió una lista de privilegiados varelenses que valiéndose de sus contactos políticos –y su militancia en el kirchnerismo- supuestamente había accedido a recibir la «Sputnik V» por fuera del cronograma establecido. Concejales, ex diputados, familiares de funcionarios y hasta proveedores de la Comuna eran mencionados casi a escondidas por temerosos informantes a este medio. Comprobar la veracidad de los nombres allí detallados no era fácil. Es conocido el hermetismo con el que se maneja el Municipio y la dificultad para acceder a datos que deberían ser de acceso público, y también, las presiones a las que muchas veces se sometió a algunos empleados municipales sospechados de haberle pasado información a la prensa.
En Florencio Varela, como en gran parte del país, agrupaciones K como el Movimiento Evita o La Cámpora coparon las calles para establecerse con puestos en los que se anotaba a aquellos dispuestos a ser inoculados. La utilización política de la campaña de vacunación y la indignante inoculación de juveniles militantes era criticada por la oposición pero no asombraba a nadie, aunque a la vez, comenzaron a circular versiones sobre vacunas que podían conseguirse «por izquierda» y de prominentes figuras del oficialismo que habrían recibido la Sputnik pese a no ser personal de salud ni de riesgo.
Entre esos nombres, sobresalía el de quien fue Intendente –y aún sigue manejando la política de nuestra ciudad- durante tres décadas, el hoy diputado provincial Julio César Pereyra, últimamente muy ocupado en potenciar su fundación FINDEL para «enseñar a administrar municipios» y su plataforma milita.org, desde la cual se insta a subir información que resalte al oficialismo y a reproducir cuestionamientos a los partidos opositores al proyecto «nacional y popular».

Lo cierto es que, mientras cientos de varelenses, muchos de alto riesgo, esperan infructuosamente y desde hace meses su turno luego de haberse anotado para recibir la vacuna, según consta en el registro oficial del SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino), documentación a la que Mi Ciudad pudo acceder en exclusividad, y cuando aún no está inoculada la totalidad de los trabajadores de la salud, el viejo Barón del Conurbano recibió la primera dosis de la vacuna rusa el 25 de enero, y la segunda el 18 de febrero, ambas en el Hospital El Cruce Néstor Kirchner. Pese a que no está su foto, la ficha se completa con su DNI, Nº 8.575.107, y sus datos de nacimiento: 5 de agosto de 1951.
Las fechas de la práctica realizada tienen una especial relevancia: si bien Pereyra tiene 69 años, durante ese período debía vacunarse exclusivamente el personal sanitario, y llamativamente en la documentación del SISA el diputado figura como «personal de salud», irregularidad ésta que de confirmarse tendría una gravedad de tal magnitud que debería ser explicada por las autoridades del centro asistencial de forma inmediata y bien podría costarle su cargo a más de uno.
A propósito, ¿qué sabía de esto el «concejal testimonial» y ratificado Secretario en Calidad de Salud de la Nación y «hombre fuerte» del Hospital Interzonal, Dr. Arnaldo Medina?
El centro asistencial está ahora en la mira de la Justicia: habría muchos más nombres del poder varelense entre los vacunados VIP.
«Desde el estado, en todos sus niveles, estamos trabajando de manera muy tenaz para que la campaña de vacunación siga creciendo y llegue a todos y todas los bonaerenses. Nos reunimos nuevamente en el #ComitéDeCrisis, junto a los y las especialistas y funcionarios locales, para analizar la situación del coronavirus en cada uno de nuestros barrios», publicó Pereyra en sus redes dos días antes de que Mi Ciudad diera a conocer en su sitio web la noticia de que él también era un «vacunado VIP».
No sabemos cuándo finalmente la Sputnik le llegará a todos los bonaerenses, pero por lo visto Pereyra se aseguró de tener la suya muy rápidamente. Sin lugar a dudas, pertenecer tiene sus privilegios.


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