Por Carlos Straub
A la crisis por la pandemia comenzada en 2020, en nuestro país se le agregó la nueva Ley de alquileres, que en vez de beneficios y tranquilidad, trajo todo lo contrario tanto para inquilinos como para propietarios. Roberto A. Belmonte (73) es presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del Departamento Judicial Quilmes que abarca Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Con él habló Mi Ciudad para que nos clarifique el panorama.
-¿Cómo impactó la nueva Ley de alquileres en Florencio Varela? ¿ Por qué todos están en contra?
-No solo en Varela; afectó en todo el país. La nueva Ley 27.551, creó un nuevo problema en el mercado locativo, que ya venía complicado y en baja. Con la idea de favorecer a los inquilinos, se los terminó perjudicando. Fíjese, que los contratos se venían ajustando con una media del 35 % anual (cuando la inflación del 2020 fue del 62%); pero al establecerse (por la nueva ley que modifica el Código Civil y Comercial de la Nación) un índice especial de ajuste, dictado por el Banco Central, éste índice, que se comenzará a aplicar el 1° de julio de este año, ya está sobrepasando el 40 %. En el caso de Florencio Varela, cómo el resto del conurbano, la vivienda en sectores populares es la que tendrá mayores inconvenientes, porque, a los que les tocó renovar el contrato en junio de 2020, deberán, según la nueva ley, abonar para el segundo año, julio 2021, un incremento superior al 40%. Propietarios e inquilinos, también se vieron perjudicados porque a partir de la vigencia de la ley de alquileres, con contratos a tres años y precios variables cada año, ajustados según el índice BCRA, los propietarios subieron el valor de los nuevos contratos porque con una inflación proyectada del 50% piensan que van a quedar muy abajo. Con que, sobre todas las cosas, esta ley ha generado a propietarios, inquilinos y administradores, más incertidumbre que certezas.
-Por lo visto, era mejor la ley anterior…
-Es que no hay una «ley anterior», se trata de modificaciones al Código Civil y Comercial, realizadas en 2015, que derogan la antigua Ley 23091, que –con defectos- era una «verdadera» Ley de Alquileres, que abarcaba desde cuestiones contractuales a promociones para la construcción de viviendas en alquiler. Pero, luego, el Gobierno y los legisladores –en 2015- derogaron aquella ley de alquileres, e introdujeron casi todo el articulado en el Código Civil. Además destruyeron las intenciones que tenía la antigua ley 23091 respecto de promocionar la construcción de viviendas para alquilar.
-¿Qué le dicen los propietarios y los inquilinos?
-Los propietarios dicen que cada vez hay menos incentivos para invertir en nuevas viviendas para alquilar, y que por lo tanto, al haber menos oferta, el alquiler será cada vez más caro. Los inquilinos, por su parte, reconocen que con todas las modificaciones introducidas, cada vez será más difícil y más caro alquilar una vivienda.
-¿Cómo está la situación en Varela sumado al parate por la Pandemia?
-En Florencio Varela, la pandemia perjudicó enormemente al sector comercial, que de la noche a la mañana no pudo reponer stock, dejó de pagar sus impuestos y también los alquileres. Pero, las viviendas, cuyos inquilinos, su mayoría, pertenecen a sectores altamente precarizados laboralmente, también vieron mermados sus ingresos por no ser «trabajadores esenciales». Aunque también, hay que decirlo, tanto un sector cómo el otro, hicieron enormes esfuerzos para cumplir con sus obligaciones.