Por Alejandro César Suárez | @alecesarsuarez
«Negrita, haceme un favor. Mandame una foto linda, bien sexy. Estoy con una amiga acá, que te estoy vendiendo».
La voz es fácilmente reconocible. Es la del ex concejal peronista Daniel Zisuela, en uno de los audios que se ventilaron durante el juicio que, por promoción de la prostitución y otros delitos, se le realizó en el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Quilmes.
«¿Todo bien, muñequita? ¿Cómo andan tus cosas en la escuela? Eso no inhibe hacer otras cosas entre nosotros», expresa el mismo personaje en otra de las escuchas.
«Dale, preparate mamita que tenés que laburar… Mañana a las tres te paso a buscar por la Curva», dice en otro Whatsapp.
Tras una larga y paciente investigación, Zisuela fue detenido a fines de 2018. Su juicio y el de su hermano Martín, a quien también se involucró en el caso, se llevó a cabo el mes pasado. El 16 de septiembre, el ex socio político de Julio Pereyra fue encontrado responsable de nueve hechos delictivos, mientras que a su hermano lo absolvieron, por no ser suficiente la prueba reunida en el proceso como para condenarlo. La condena del también ex Secretario General de los Gastronómicos de toda la zona y ex Presidente de Argentino de Quilmes, fue de 13 años de prisión, aunque la fiscal, Dra. María de los Angeles Attarián Mena, había pedido 20 años.
En uno de los hechos que se consideran probados, puede leerse en la sentencia un aberrante episodio que relata el padecer de una de las víctimas, que intentó terminar con los abusos: «en un momento dado quiso dejar de prestar a Zisuela sus servicios, pero el imputado comenzó a amenazarla y a intimidarla. Si ella no cedía a sus requerimientos, Zisuela le impedía realizar su trabajo como moza e incluso se ponía agresivo durante los actos sexuales, durante uno de los cuales, afirmando su posición de poder, le introdujo en la vagina una botella de champagne».
Sexo a cambio de atención médica
En la elevación a juicio, realizada por el Fiscal Ernesto Daniel Ichazo, se considera a Zisuela responsable de promover la prostitución de seis jóvenes, dos de ellas, menores de edad al momento de los hechos. De acuerdo a lo investigado por el Fiscal, una de estas menores, a la que llamaremos N.G., tenía exactamente 15 años cuando fue corrompida por el ex edil. La otra, P.B., tenía 16 y concurría a la Secundaria Nº 6 de Berazategui. A ambas las pasaba a buscar por el colegio y las llevaba a los albergues transitorios «El Ruca Quilmes» y «Susurros», «para mantener relaciones sexuales con ellas a cambio de dinero y especie» y «mediante el ejercicio de violencia, intimidación y amenazas, aprovechando su vulnerabilidad económica, social y afectiva», y «mediante abuso de poder, ya que él era concejal», según se detalla.
Otro de los lugares indicados para mantener relaciones sexuales, según el fiscal, era el resto bar «Prince´s», ubicado en Camino General Belgrano 20, de F. Varela. Y también se menciona a un salón de fiestas de la calle Berutti, en el Cruce Varela.
Similares imputaciones se relatan respecto a P.G.B., C.A., M.R. y M.S, destacándose que en varias ocasiones el pago por tener sexo se realizaba a través de atención médica gratuita por parte de profesionales del gremio gastronómico. Eso se efectivizaba mediante el otorgamiento de «turnos y consultas médicas sin cargo monetario con profesionales médicos en el Centro Médico de la Subdelegación Florencio Varela de la Obra Social de la Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina sita en calle Av. Hipolito Yrigoyen Nº 2045 de Florencio Varela».
En su declaración, P.G.B, afirmó que la jovencita conoció a Zisuela en el Club Argentino de Quilmes –entidad que el ex edil presidía- y que éste le había regalado un teléfono celular a cambio de lo cual tenía que comenzar a mantener relaciones sexuales con él y otras personas cuando así lo dispusiese. La menor también le contó que en ocasiones la obligó a tener relaciones sexuales con dos prostitutas mayores de edad y con una menor de edad amiga de ella. Y agregó que «Zisuela la tenía amenazada con matar a su hermanita de dos años y a sus abuelos y la intimidaba con el poder que manejaba respecto a sus actividades políticas».
«Carne fresca»
En la sede del club quilmeño Zisuela «proveía de alimentos y bebidas alcohólicas en gran escala» a la menor. Igual actitud realizaba en Prince´s.
P.G.B también aseguró que «visualizó en el celular de P.B. una fotografía de Zisuela desnudo tomándose los genitales con sus manos y enfocando su cara en el hotel donde mantenían las relaciones sexuales junto a otra chica en paños menores. También P.G.B. escuchó mensajes de voz enviados por Zisuela a P.B. donde arreglaba encuentros con ella y visualizó mensajes de la menor amiga de P.B. que había participado de las actividades de prostitución de Zisuela preguntándole a la menor cuando habría otro encuentro porque necesitaba dinero.
El rol de P.G.B. es fundamental en la causa. Ella era coaccionada por Zisuela para «convencer» a otras mujeres de ejercer la prostitución. Uno de los audios de WhatsApp analizados en el expediente transcribe parte de una conversación de P.G.B. y P.B. En él puede escucharse: «Yo me dedico a esto. No voy a decir que es lindo pero son dos horas y tenés plata fácil... O sea él nos pasa a buscar, nos subimos al auto... Los presento… Nos lleva al hotel, tomamos, se conocen ustedes y bueno nosotras nos tenemos que besar, sacar la ropa, tocarnos, etc... Después él en algún momento va a querer meterse y obvio que va a querer estar con vos porque mañana vos vas a ser la carne fresca, la nueva…».
En su exposición, la testigo P.G.B. agregó un hecho novedoso: al parecer Zisuela también tendría 10 chicas «trabajando» en la Costa para él.
El hallazgo del celular de Zisuela fue fundamental. Ichazo destaca al respecto: «conforma prueba de cargo concluyente en su contra, ya que se ha demostrado que los mencionados contactos con finalidad criminal eran realizados por él y no por otra persona».
«La fiscalía ha demostrado en el juicio que Ernesto Daniel Zisuela ofrecía a niñas y mujeres prostituirse sexualmente. Según veremos, el imputado no se limitaba a contratar el servicio de trabajadoras sexuales, sino que buscaba específicamente niñas y mujeres adultas que pasaban serias necesidades económicas, para luego convencerlas de que se dedicaran a tener sexo con él y con otras personas en forma habitual, a cambio de dinero». El párrafo es textual de la sentencia y fue escrito por uno de los jueces que estuvo a cargo del juicio, el Dr. Pablo Pereyra.
Lo que viene
El caso tuvo y tiene en vilo al poder político varelense desde el primer día. Aunque fueron notorios los esfuerzos de sus ex «compañeros» por despegarse de Zisuela, más de veinte años de andanzas compartidas hacen infructuosos estos intentos.
Cuando, ya caído en desgracia, sus pares lo expulsaron del Concejo Deliberante, la presidenta del Cuerpo, Laura Ravagni, declaró muy suelta de cuerpo: «Esta no es la persona que nosotros conocíamos». Un integrante de su bancada, el abogado Guillermo Poletti, dijo momentos antes de reemplazarlo: «Compartí su lista pero no lo conozco, ni siquiera tengo su teléfono». Pasaron poco más de dos años, y Poletti hoy integra la lista de concejales del pereyrismo en cuarto lugar. Seguramente en noviembre ocupará un escaño en el poder deliberativo vernáculo.
Pese a que fue partícipe de un escándalo con una «mutual fantasma» que explotaba el estacionamiento medido a principios de la década del 90, y luego uno de los principales responsables de la explotación de obreros en «La Voz del Campo», Zisuela siempre ocupó un rol destacado en el peronismo local, siendo funcionario, concejal, o compañero de listas tanto de Julio Pereyra, como de Dardo Ottonello, el Lagarto Olmedo, Héctor Salatino o Chicho Basile, entre otros. Es más, el flamante candidato a concejal de Avanza Libertad, Ezequiel «Chamu» Taborda fue un entusiasta militante de Zisuela hasta no hace mucho tiempo.
Los aberrantes hechos cometidos por Zisuela fueron probados en el juicio que terminó. Pero lo que inquieta enormemente a varios figurones locales es lo que acaba de empezar. La Fiscal Attarián Mena pidió que se forme una causa para investigar posibles delitos que surgieron de las declaraciones que las víctimas realizaron «a puertas cerradas» en el proceso. Entre los nombrados hay conocidos funcionarios y gremialistas varelenses. También, candidatos de distintas listas de las últimas PASO.
Uno de los señalados, ya protagonista de otros tipos de escándalos, porta un apellido muy importante de la política varelense. Tal vez, el más importante.
Mi Ciudad puede asegurar que el Fiscal Daniel Ichazo, hoy a cargo de la UFI Nº 8 de Berazategui, y quien con su pormenorizada investigación posibilitó que Zisuela fuera a la cárcel, es la persona que ya inició la investigación para impulsar este nuevo juicio.