Recordando a José Cristoferoni



Historias de Mi Ciudad » 01/09/2022

Era el 5 de diciembre de 1983 y el que hablaba, José Herminio Cristoferoni. En su carácter de concejal electo de mayor edad, había sido elegido para presidir provisionalmente la sesión preparatoria del flamante Concejo Deliberante de Florencio Varela, en el renacer de la Democracia

«A nuestro Movimiento mucho le ha costado este Proceso que hoy termina. El peronismo pagó con una gran cuota de sangre de sus mártires en el año 1955 y en todos los movimientos militares que se realizaron desde entonces… Es preciso que se haga entender a estos señores que ellos no constituyen una capa social privilegiada, destinada a gobernar por la fuerza al país, sino que son los integrantes de una carrera profesional que termina en el grado de General y no de Presidente de la República…».
Era el 5 de diciembre de 1983 y el que hablaba, José Herminio Cristoferoni. En su carácter de concejal electo de mayor edad, había sido elegido para presidir provisionalmente la sesión preparatoria del flamante Concejo Deliberante de Florencio Varela, en el renacer de la Democracia. Esa sesión eligió a las autoridades del cuerpo legislativo, recayendo en el también justicialista José Diego Basalo la presidencia definitiva. Mientras Oscar Mingote, el intendente de facto que había reemplazado al Prefecto Hamilton por un acuerdo militar-sindical en la jefatura comunal se comenzaba a retirar, un casi desconocido Julio Carpinetti observaba la reunión desde la barra y, a moción del edil Juan Carlos Fonrouge, se lo invitó a sumarse a la mesa principal del acto, en su carácter de intendente electo.
Quiso el devenir de la política que Cristoferoni, un hombre tan recordado como honesto y querido, finalizara su mandato como concejal y luego terminara alejándose de todo cargo público, decepcionado con lo que veía y no podía tolerar. Sin embargo, nunca abandonó sus convicciones ni su conducta.
En mayo de 2005, Mi Ciudad, que tuvo el honor de contarlo entre sus columnistas, lo entrevistó. Este fue el artículo publicado entonces:
«José Cristoferoni tiene 83 años de edad y vive en nuestra ciudad desde el año 1951. Fanático de Racing y de Aníbal Troilo, trabajó en La Cantábrica, fue Secretario de Prensa de la UOM de Morón, tuvo una fábrica de embutidos, trabajó por 34 años cobrando seguros y escribe la sección histórica de Mi Ciudad. También, supo cocinar los mejores matambres de F. Varela. Hoy está jubilado «con la mínima, pese a 40 años de aportes», aclara. Peronista de alma, fue concejal en la década del 60 y en el retorno a la Democracia, en 1983, hasta que se fue de la política, según lo cuenta, porque «no tenía estómago para ciertas cosas». Casado con Rosa Carril, es padre de Silvia, y tiene 2 nietos y 4 bisnietos, a los que suma a sus nietos políticos, y hasta un «nieto adoptivo»: «Adrián Tellechea un día me dijo que como no había conocido ningún abuelo, quería que yo fuera el suyo... Es un pibe fuera de serie», comenta. Este hombre de trabajo, honesto a toda prueba, nos abrió las puertas de su casa para contarnos algo de su vida.
-¿Dónde nació?
-Te lo digo en verso: «en el glorioso partido de Avellaneda, soy de una sola manera, de Racing, de corazón. Los demás son un montón que agarran cualquier bandera».
-¿A qué jugaba en su infancia?
-Al fútbol. Además, una tía estaba casada con un jugador de Racing, así que los cuatro hermanos salimos hinchas de ese club. Teníamos una vida simple, sin grandes problemas.
-¿Su abuela vivía en F. Varela?
-Sí. Tenía una quinta en Monte Cudine. Era tía abuela de Fausto Coppi, el gran ciclista que corrió los 6 Días en el Luna Park, y que también visitó nuestra ciudad.
-¿Cuando dejó La Cantábrica a que se dedicó?
-Mi suegro me dió una parte en su fábrica de hamacas. Y después la fábrica se incendió... Fue el 17 de Octubre de 1962. Esa tarde, con amigos como Vaccaro, el Negro Díaz y Cerrone habíamos estado tomando una sidra y cantando la marcha peronista.
-¿El incendio fue intencional?
-Nunca pudimos probarlo, y si no tenemos pruebas es mejor no decir nada.

(ver nota completa en la edición de papel)

¿También trabajó en la Comuna?
-En época de Grazzini, el Dr. Santoro, un hombre que es un lujo para F. Varela, me convocó para desempeñarme como Inspector Contable. Una vez me mandaron a inspeccionar un horno de ladrillos, y había que ver como trabajaba esa gente... La esposa, los nenes chiquitos con una carretilla. Me fuí sin hacer la inspección... Al poco tiempo, renuncié. Yo no sirvo para sacrificar a la gente.
-¿Por qué se hizo peronista?
-Yo antes que todo soy nacionalista. Y me hice peronista porque entendí que era el único partido en el que podía volcar mis ideas. Yo concurría a unas reuniones en el salón Augusteo, de Capital, en la calle Sarmiento al 1600, y allí empecé a conocer lo que era el Revisionismo Histórico... Cuando Perón cayó, en el 55, me metí en la Resistencia.
-¿Tuvo persecuciones por su filiación política?
-Me metieron preso tres veces por peronista... Y aún hoy recuerdo como, en el 55, en la esquina de la Iglesia, con un auto de carrera una patota arrastró en F. Varela el busto de Evita por la calle...
-Cuando fue concejal en los 80 no la pasó muy bien...
-Yo no me llevaba muy bien con Carpinetti. Acá hubo gente que al peronismo lo tomó como medio de vida. Cuando yo critiqué al menemismo, en los 90, me trataban como a un leproso.
-¿Tiene alguna anécdota de sus tiempos de concejal?
-Una vez dije que acá se le estaba robando la plata al pueblo y Fonrouge me hizo una cuestión de privilegio... Me tuvieron 6 meses como mono arriba de una caña y les pregunté por qué no me echaban, si tenían el número para hacerlo. «No... -me contestó el «Bebe»- Acá, mártir, sólo yo...».
-¿Está contento con su vida?
-Mucho. Con mi vida, con mi familia, con mi hija, mis nietos y bisnietos, Y con mi esposa, que es una compañera extraordinaria, con quien llevamos 56 años juntos ya que nos casamos en 1950, el Año Sanmartiniano.
-¿Qué le va a decir a Dios cuando lo tenga enfrente?
-Y... si me recibe, tendremos una larga charla. Y le voy a decir lo que dijo Discépolo... «Dios, ¿cuál es el bien del que lucha en nombre tuyo? Traté de seguir tus enseñanzas pero no sirven para vivir. El seguirte es dar ventaja».


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