La fabulosa colección de autitos de Carlitos Cabral



Entrevistas » 01/06/2023

Carlos Marcelo Cabral (60), también conocido como «Charly de Melo» fue un chico como miles de nosotros que amaba jugar con los autitos. De chapa, de madera...

Carlos Marcelo Cabral (60), también conocido como «Charly de Melo» fue un chico como miles de nosotros que amaba jugar con los autitos. De chapa, de madera... Y precisamente cuando pasó las etapas de la infancia y la adolescencia, se quedó con algo que seguramente todos quisimos alguna vez: coleccionar todos los autitos posibles, y pudo cumplir ese sueño: el sueño del pibe.

-¿Cómo podemos definirte? Coleccionista, coleccionista de autos a escala, fanático…
-Coleccionista de autos a escala, aunque tengo antigüedades, otros juguetes vintage que tienen más de 20 años pero sobre todo, autos a escala que es lo que a mí me apasiona.
-¿Cuándo empezó todo?
-Allá por 1965, con el primer autito que me regalaron mis papás cuando tenía tres años, para los Reyes. Un auto de chapa japonés que está te diría inmaculado y en esa época era difícil tener algo importado, no como ahora. Todavía tengo ese auto y es mi gran tesoro.
-Ese es el primero de un par de cientos...
-Si. Tengo Matchbox con los cuales jugaba en la puerta de casa de Bourel y Moreno. Los tengo con sus cajitas y toda una banda de autos nacionales y de todas las escalas. En realidad lo que más me interesa en este momento es la escala 1: 64 que son los Hot Wheels o Matchbox propiamente dichos y la escala 1: 43 que se venden en estos momentos en los kioscos. Esa escala es «la» escala de todo coleccionista. Y después tengo de todo pero por la vida que fui recorriendo y andando, fui guardando y coleccionando en donde era el cuarto de mi hermana que fue a hacer su familia y ahí me armé mi bunker.
-Se ve que de chico ya cuidabas mucho los coches porque te seguían regalando y vos los seguías guardando…
-Además de jugarlos….(risas). Exacto. Esa es una de las metas del coleccionismo y todos nos asombramos de ver esos coches con sus cajitas. Yo tuve la suerte que mi mamá guardó en dos cajas de zapatos todas las cajitas de los autos…Eso lo encontré cuando después de 20 años volví a la casita de los viejos (risas).
-¿Quiénes eran tus amigos del barrio con quienes jugaban a los autitos?
-Juan Manuel Sala, Claudio Guardo, los hermanos Magaldi… Nos reuníamos los sábados a la mañana y armábamos una pista con esos autos y con los que traían ellos… Y yo tengo los Matchbox que no te voy a decir que están intactos, porque están jugados, pero tienen esa historia.

-¿Siempre supiste que querías ser coleccionista?
-Si porque vengo de una familia donde mi padre era un apasionado por los autos y las antigüedades y por parte de la familia de mamá, mi abuelo tenía una casa a orillas del Arroyo Las Piedras, ya no está porque fue incendiada y él compraba colecciones de lo que se le cruzara, por ese lado viene el tema del coleccionismo y la pasión por lo vintage.
-¿Tuviste Duravit?
-No, nunca tuve ninguno pero cuando iba a la casa de un primo en Vicente Lopez, cerca de la Avenida del Libertador por la calle Segurola me acuerdo que me subía a un camión Mercedes Benz de Duravit y él me empujaba de atrás… Un camión fuertísimo. Hoy sí tengo sólo uno de esa marca, un Jeep un poco más moderno pero las ruedas no son de caucho, son de plástico.
Hablando de eso, creo que parte de una colección de autos de Duravit la tiene el hijo de Coco Balado, ya que la consiguió cuando cerró la fábrica y ellos pagaban en parte de pago con autos.
-¿Qué otras marcas tenés en tu bunker?
-Hot Wheels , Tomica, Dinky Toys, Korgy, todas marcas que empezaron a venir después y en Argentina cuando era un país fuerte estaba la marca ícono que era Buby. Hoy hay Buby que se venden en dólares… A mí me quedaron de chico algunos y otros que con el tiempo fui adquiriendo y un caso curioso: mi novia Marcela tenía a la madre que era de Berazategui y trabajaba en la fábrica Buby que estaba en la zona de la Estación Ranelagh, y en la casa de Marcela siempre se montaban rueditas u otras cosas de la línea de autitos. En esa época era común que la fábrica le diera a particulares piezas para ensamblar. Lamentablemente la tía de Marcela hace cinco años regaló todo y cuando ve hoy los precios que se manejan, se agarra la cabeza. Ah, y también varios de la marca Muky, autitos que se fabricaban en Gualeguay, Entre Rios y el 95% de esos están 0 kilómetro.

«Charly» tiene entre 1500 y 2000 autos de todas las escalas y participa activamente los fines de semana en el Parque Rivadavia de Buenos Aires, donde en la esquina de Doblas y Rivadavia se reúnen todos los que son fanáticos como él del fabuloso mundo de los autitos.
Más data e info: Facebook: Charly de Melo.


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