Julio Pereyra, el opinólogo

Luego de cuatro años de silencio, en los que nada dijo sobre la inflación y la pobreza generada por sus «compañeros» Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, que dejaron el país en ruinas, el diputado nacional Julio Pereyra devino en twiteador serial contra el gobierno de Javier Milei, el presidente al que saludó con un afectuoso apretón de manos y una inmensa sonrisa el día de su asunción como primer mandatario.
Pereyra, que durante la gestión de Fernández utilizó su poder para ser uno de los «vacunados VIP» en el Hospital El Cruce de nuestra ciudad, figurando insólitamente como «personal de Salud» para recibir las dos dosis de la por entonces escasa Sputnik V, dedica por estos días gran parte de su tiempo a volcar en la red X (ex Twitter) sus opiniones cuestionando a la actual administración nacional.
El legislador, que dirigió los destinos de Florencio Varela durante tres décadas y aún hoy preside el Partido Justicialista local, siempre fue un amante de las redes sociales. Basta recordar cómo, en 2019, puso en marcha «milita.org», una red de trolls dedicada a defenestrar al Presidente de la Nación Mauricio Macri y a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
El sistema obligaba a funcionarios y empleados públicos a subir a las redes consignas contra ambos mandatarios, y a difundir las acciones y declaraciones del Intendente Watson.
Esas «tareas extras» en Facebook, Instagram y Twitter eran cuidadosamente monitoreadas por referentes del peronismo local, que exigían a los militantes de su respectiva órbita que participen activamente en el operativo digital.
«Milita.org» no dejaba nada librado al azar: desde la plataforma, se ordenaba a diario cuáles eran los contenidos y hashtags que debían ser repetidos en cada intervención.
El sistema era tan puntilloso, que hasta incluía una tabla de «militantes digitales», basada en la cantidad de intervenciones de cada uno de ellos en Internet, que premiaba al navegador con más intervenciones.
Pasaron los años pero no las mañas. Hoy, al cambiar el signo de gobierno, Pereyra recuperó su rol opositor al gobierno nacional y no pierde ninguna oportunidad para opinar sobre todos los temas en su espacio de X .
«Es evidente que el Gobierno Nacional no prioriza la calidad de vida de la gente y restringe todo tipo de oportunidades de desarrollo y progreso para nuestras ciudades. La unión de las y los intendentes es clave para revertir el rumbo de una gestión que no hace más que ajustar al pueblo y detener todas las obras que significan un beneficio para la comunidad», señaló el principal responsable del atraso y el abandono que sufre Florencio Varela.
Como si fuera un recién llegado a la política, y no parte de quienes gobernaron el país durante dos décadas, posteó: «En los primeros seis meses del gobierno nacional, observamos con profunda preocupación cómo los principales indicadores económicos, productivos y energéticos se encuentran en una situación crítica. Esta grave crisis ha empujado a más de 3.200.000 argentinos a la pobreza, revelando un panorama alarmante de inflación acumulada, caída de salarios y jubilaciones, aumentos desmesurados en tarifas de servicios públicos, y una parálisis en el desarrollo energético. El sector productivo no ha sido ajeno a esta debacle, con una notable pérdida de puestos de trabajo y una marcada disminución en la actividad industrial. La combinación de estos factores no solo afecta la economía, sino que también profundiza el malestar social. Detrás de estos indicadores hay miles de argentinos y argentinas que sufren las consecuencias de una gestión que no hizo más que demostrar que la casta era el pueblo, y promovió una política de ajuste sin precedentes…».

Acerca de la paralización de la obra pública, afirmó: «En los municipios, la obra pública genera un impacto directo para mejorar la calidad de vida de la gente, estimulando el crecimiento y desarrollo de los barrios. Cuando se interrumpe, se profundiza la desigualdad, y se impide que los ciudadanos puedan contar con nuevas escuelas, por ejemplo. La paralización de la #ObraPública es una medida profundamente perjudicial para la economía y el bienestar social del país...».
No es todo. La vocación de opinólogo del diputado, de quien no se conoce ni un proyecto aprobado para beneficio de nuestra ciudad, también abarcó clases de economía internacional, al asegurar: «Estamos frente a un gobierno que esquiva por completo sus obligaciones, atando las necesidades de la gente a la suerte del mercado. Se habla mucho de la inversión de privados, pero es importante destacar que en los principales países capitalistas como Estados Unidos, Inglaterra y Canadá, el 85% de la inversión en infraestructura total proviene de fondos públicos. Esto subraya la importancia del papel del Estado».
Tomando las cifras de pobreza difundidas por UNICEF, resaltó: «Esta es la triste realidad de nuestra Argentina, golpeada por el ajuste y la recesión provocada por el gobierno nacional. Mientras ellos celebran los números pintados en una planilla de Excel, los sectores más vulnerables de nuestra sociedad padecen las consecuencias… En 9 de cada 10 hogares con niñas y niños, los ingresos no alcanzan para comprar la misma cantidad de productos básicos que en 2023, de acuerdo con nuestra octava encuesta sobre la situación de la niñez y adolescencia en Argentina».
Pereyra también opinó cuando se votó la Ley Bases en el Senado Nacional, y una horda de delincuentes incendió autos, bicicletas y comercios intentando frenar la acción constitucional. Esto dijo mientras los canales de TV difundían las imágenes de la barbarie: «Dolor y mucha impotencia de ver las calles una vez más de esta forma, con manifestantes, diputadas, diputados, trabajadores y jubilados reprimidos violentamente al manifestarse de forma pacífica contra una ley que pretende vender nuestra Patria. Injusto, innecesario, y contrario a los principios democráticos que deben guiar nuestra sociedad. Mi repudio y solidaridad con los compañeros y compañeras que debieron ser asistidos», subió en la violenta jornada. Ni una palabra sobre las vandálicas acciones de parte de los manifestantes.
Este es Pereyra, el Opinólogo, cuyo sueldo supera los dos millones y medio de pesos por mes.