Aunque no lo veamos, siempre está



Edición Impresa » 01/01/2013

Relegado tras la desaparición física de Néstor Kirchner, el varelense por adopción Carlos Kunkel no se fue de la escena política argentina, y mantiene su protagonismo.
Kunkel es un militante de larga data, que durante los ’70 alcanzó un altísimo rango en la conducción de la Juventud Peronista de La Plata , y fue detenido en Corrientes poco después de un ataque de Montoneros a un cuartel del Ejército en Formosa en 1975. Pasó la dictadura en prisión, aunque con su situación blanqueada y no en calidad de detenido-desaparecido.
Posteriormente, se fue integrando a la vida política lentamente, aunque formó parte del núcleo de la agrupación Montoneros que en los años ’80 comenzó a planificar la llegada al poder en forma progresiva y sostenida.
A Kunkel le tocó jugar en Florencio Varela, donde se mantuvo entre bambalinas, y fue el responsable de delinear buena parte de la política de Julio Pereyra en la primera mitad de su carrera como Jefe Comunal.
Con la llegada al Gobierno Nacional de Néstor Kirchner, Kunkel, uno de los ideólogos del plan de retorno de la izquierda peronista, fue ganando espacios a nivel nacional, y logró ubicar, después, a su mujer, Cristina Fioramonti. El veterano dirigente se alejó, pero no tanto del distrito, y se lo sigue viendo presente en cuanta oportunidad tiene.
Sus más íntimos allegados indicaron que se trata de una forma de mantener corta la cadena con que da libertad de acción al Intendente local.
 
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