Si solo se tratara de un problema de asfaltos rotos, calles intransitables, y automóviles que parecen jugar a la rayuela para evitar caer en los enormes cráteres, los vecinos de Bosques no sentirían tanta preocupación.
En ese caso, se trataría de un problema común a todo el distrito, donde la administración municipal no logra resolver los problemas existentes en materia de comunicación vial.
Pero no. Se trata de algo mucho más grave. Un escenario que complica el presente y también el futuro de esta localidad cada vez más densamente poblada, pero olvidada por una gestión que lleva más de 25 años en el gobierno y que nunca quiso darle a esa parte del distrito la importancia que merecía por temor a que avanzara en su anhelo de independencia. Anhelo, además, surgido a partir del destrato recibido.
Mal estado
La primera impresión de quien recorra los numerosos barrios de Bosques es que la zona no recibe atención de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos desde hace tiempo. Ya no se trata de pavimentos rotos, sino de verdaderos desmoronamientos que hunden el nivel de las calles por decenas de centímetros y tornan intransitables muchas zonas.
A eso se suma que la accesibilidad es escasa, como en gran parte de Florencio Varela.
Quienes quieren llegar desde el norte o el sur por el interior del distrito y sin recurrir a la Ruta 36, deberán limitarse casi en forma excluyente a la opción que ofrece la avenida Luján, verdadero eje troncal de la localidad.
Se trata de una de las arterias con más graves problemas, aunque no la única. En el corazón de El Rocío hay varias otras calles que la equiparan. Y como si se tratara de una mueca siniestra, el sector que mayores problemas presenta es justamente es la calle Pehuajó al 2000, en la cuadra que aloja a la Sociedad de Fomento del barrio. Algunos lugareños consideran que «casi se podría pensar que es una burla hecha de manera intencionada como para decirnos que estamos castigados por haber querido adquirir un reconocimiento dentro del partido de Florencio Varela».
La capacidad de asombro nunca se pierde, pero la gestión municipal no llega a tanto, en lugar de malicia intencionada solo aplica indiferencia a granel. El resto lo hace el azar, y es por eso que el peor lugar de Bosques está ubicado frente a la entidad fomentista que se esfuerza por demostrar que pese a todo es capaz de seguir congregando a centenares de chicos y jóvenes que practican distintas disciplinas deportivas.
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