Por Carlos Straub
Uno de los lugares que más creció no sólo en población sino también en nuevos servicios dentro del partido de Florencio Varela, es el Cruce.
El barrio que ya contaba con dos bancos, una delegación municipal, una comisaría, una sede del Registro Civil, la Universidad Jauretche y el Hospital “Néstor Kirchner”, también sumó oficinas de Afip, Anses y hasta de la Dirección Nacional de Migraciones junto con una nueva sucursal bancaria. Sin embargo, persisten varias falencias que con más gente en las calles que consumen estos nuevos servicios se hacen más notorias.
Camilo Pasquini (71), uno de los vecinos y comerciantes más destacados y reconocidos en la zona habló con Mi Ciudad sobre este presente que vive el barrio “López Romero”, conocido por todos simplemente por “El Cruce”.
“Este año van a hacer tres que estoy como presidente en la Sociedad de fomento López Romero-dice a Mi Ciudad-, y el barrio no está bien, porque a pesar de que somos el segundo aporte a la Municipalidad en cuanto a recaudar impuestos se refiere, la Comuna no devuelve en nada todo lo que desde aquí se aporta. Lo poco que se ha hecho en Av. Calchaquí, donde pese a las promesas de hacer cuatro o cinco etapas de remodelación sólo se hizo una, el tema del tránsito sobre el que nos deben una planificación seria y ordenada pero sólo se desvió el flujo de vehículos en la Avenida Yrigoyen, y ni hablar del tema de la cartelería, que todos los días pasa gente preguntando como hace para salir a tal o cual lugar antes de subir a los puentes. Desde la Sociedad de fomento hicimos varios reclamos en la delegación del Cruce, donde reconozco que el delegado Fito Calvi hace un buen trabajo, y pasa todos los reclamos a la Municipalidad pero está visto que ni él tiene respuestas favorables. Calvi es una buena persona pero no logramos casi nada”, se explaya.
“Un día hablando con él sobre las emergencias y qué presupuesto tenía, me reconoció que no tenía nada, ni siquiera un equipo de limpieza, un camioncito para recorrer el centro del barrio para recolectar residuos que sería suficiente como para arrancar pero no, siempre depende de lo que mande la Comuna. ¡No puedo concebir que una delegación como esta, en semejante barrio no tenga presupuesto!”
Lo que se ha hecho hay que mantenerlo y eso bien lo sabe el titular de la entidad, “no hay que dejarlo caer, nosotros vivimos gracias al aporte de los socios, funciona un buffet, alquilamos el salón pero falta mucho más y reitero: en 2014 no logramos que se nos responda a nada de lo reclamado, por eso y ante esta situación nació la idea de unirnos más acá, sumar gente, fijar las prioridades porque por ejemplo la Asociación de Comerciantes tiene la política de ayudar a la gente que tiene comercio pero se olvida que a dos cuadras de Yrigoyen todavía hay calles sin asfaltar, cosa que también nos corresponde a nosotros ver pero si no nos unimos, difícil que veamos soluciones. Así nació la iniciativa que está en una etapa madurativa de crear una UGL, porque sabemos que las UGL tienen más llegada al Municipio”.
El Reclamo persiste.
“Al traer más cosas y más servicios para la gente -sigue explicando-, se olvidaron que hay que mantener todo eso. Un ejemplo claro son las oficinas de la Dirección de Migraciones. Todo muy lindo, pero el jardincito que había cuando se inauguró, ahora es un pastizal porque nadie corta el pasto ni lo mantiene. ¿Se entiende? No hablemos de las bajadas para discapacitados, las veredas destrozadas que obligan a la gente a caminar a veces por la calle, los pozos sobre el Camino Gral. Belgrano, los pastos sin cortar en los puentes, donde sólo se poda el césped alrededor del Monumento a las Malvinas, las luces apagadas en la Ruta 36, de 96 columnas funcionan doce!!. No hay carteles indicadores en los puentes, nadie sabe para donde agarrar… Hay un montón de cosas que parecen mínimas pero que si se juntan son problemas que arrastramos desde hace años. Trajeron servicios, que trajeron gente, pero esa gente terminó de colapsar todo y si no nos sentamos todos y nos ponemos de acuerdo, es imposible. No es fácil, pero tampoco imposible. No puede ser que la Municipalidad no devuelva parte de los aportes que hacemos para estar mejor. Es increíble lo que estamos pasando”, dice lamentándose.
Otro punto de conflicto se suscitó en la propia salita que funciona en la sede de la Sociedad de fomento, donde en 2014 se dieron 600 vacunas, pero que se quedó sin médico que se jubiló hace un tiempo.
“Nos prometieron que nos iban a mandar un reemplazo pero nada, y encima prestamos de buena fe el lugar para un CPA, Centro de Prevención de las Adicciones que depende de la Provincia pero no hay lugar físico para tantos profesionales, que vienen, firman y se van. Son 12 ñoquis del estado provincial”, se queja.
Pasquini, sigue hablando también del futuro de la zona donde se están construyendo varios edificios, algunos en torre, que traerán más gente y más consumo y remarca que es el momento de ponerse de acuerdo y aunarse entre todas las entidades existentes para afrontar lo que viene y darle solución al problema que suscita, “como la Asociación de comerciantes, donde espero que todo se encamine y entre los pocos que hay ahí arreglen las desavenencias o la Sociedad de fomento Santa Ana, un espacio ocioso cerrado hace 10 años a sólo tres cuadras de Yrigoyen que si se abre y se oye al vecino también va a ser beneficioso, o la propia Sociedad de Fomento de Martín Fierro que dejó prácticamente de funcionar. Es hora que salgamos adelante, y tenemos que tener más respaldo de la Comuna, no como antes por poner un caso cuando habilitaron la Feria de Senzabello que eran “locales” en carpas de plástico y pisos de tierra mientras que a nosotros nos pedían matafuego y baños, o más acá en el tiempo los interminables requisitos que les pedían a los comerciantes que habían quedado en la calle luego del incendio de la galería. No entiendo como no se alienta ya no el traer más comercios sino a cuidar el que está. Esto sigue siendo una ciudad dormitorio, evidentemente la política no fue la que tenía que ser en un partido que fue el que más aumentó su población pero ¿y el trabajo para esa población?. Ojalá nos escuchen.