Por Carlos Straub
Integrantes del ballet Resolana y la Orquesta Escuela de Bosques dicen haber sido dejados a un lado por la Comuna.
Con todas las ganas, ilusiones y sueños se quedaron los chicos del ahora denominado «Ballet Resolana», que habían participado de una audición en 2014 para la Subsecretaría de Cultura comunal, y a quienes les habían confirmado «la firma de un contrato» pero de la noche a la mañana todo quedó en la nada por falta de presupuesto.
Alejandra Campos (24) y Ezequiel Alayón (19) forman parte del Ballet y visitaron Mi Ciudad donde explicaron que «la convocatoria de Cultura, empezó a fines de agosto de 2014, fuimos, ensayábamos más de cuatro horas por día hasta que por fin audicionamos el Día de la Tradición. Supuestamente, quedamos seleccionados en ese festival al que fue mucha gente… Esperábamos que nos den la respuesta definitiva ese mismo día pero nada, pasó el tiempo, no teníamos respuesta y empezábamos a sospechar, hasta que el 30 de diciembre nos convocaron en Mitre 149 donde la subsecretaria Gisella Roggieri nos explicó como iba a ser el proyecto, que pautas iban a tener con nosotros… Así que nos fuimos felices porque entendíamos que ya estábamos seleccionados. Nos dijeron incluso que en febrero firmábamos el contrato para comenzar a trabajar en marzo», comentan.
Llegó marzo y nada de lo prometido se cumplió.
Los chicos comenzaron a inquietarse, a pedir alguna explicación, hasta que una vez más en Cultura les informaron fríamente que el proyecto se había dado de baja.
«Nos citaron de parte de Roggieri, fuimos todos -dice Campos- y ella misma junto con una abogada nos informó que no tenían presupuesto. Ahí se nos vino el mundo abajo porque para nosotros bailar es lo mejor que nos pudo pasar en la vida»
Los ocho integrantes del Ballet quedaron frustrados, incluso uno de ellos increpó en un acto al Intendente Pereyra, le informó lo sucedido y éste le dijo que él no podía hacer nada. «Inclusive le seguimos mandando mensajes por twitter y facebook a Pereyra pero jamás nos volvió a contestar», agrega, enojada, Campos.
Ahora, estos jóvenes bailarines folclóricos, lejos de dejarse estar, le dieron nombre al grupo, «Ballet Resolana» y ensayan más que nunca con la esperanza de comenzar a trabajar por su cuenta, ofreciendo lo mejor que saben hacer: bailar la danza argentina más tradicional, tratando de olvidar el mal momento que les tocó vivir.