Por Carlos Straub
Facundo Rizzo, socio de Villa Susana, resultó electo nuevo Presidente de la entidad después de una asamblea . Pero la alegría duró poco, ya que Rizzo encontró un pasivo de $ 183.000, sumadas las deudas de impuestos y de la masa societaria.
-Es un club que ya tiene más de 70 años….
-Si, se fundó en 1940. Nació en una época donde en los barrios se fundaban clubes y existía la rivalidad barrial, hacía poco se había fundado por ejemplo el Club Defensa y Justicia.
-Pero la realidad ahora es otra… ¿Cómo sumaron tanta deuda?
-Lo que pasa es que las comisiones anteriores no es que hicieron mal las cosas, directamente no las hicieron. Lo que no hay en la sociedad hoy es compromiso. Antes por ejemplo en la comisión de 19, trabajaban 20. Hoy no. Son pocos los socios que dan una mano y los clubes en la actualidad se están yendo a la bancarrota porque no alcanzan a recaudar para pagar las cuentas.
-¿Pero no existe una ley que los exime de pagar impuestos?
-Si, es la ley 10.397 que no se cumple. No tenemos que pagar impuestos pero sí tener todos los papeles en orden y al día, pero si no pagamos la luz, la cortan.
-¿Les notificó a los socios el problema que tienen?
-Si, se hizo una reunión donde les notifiqué a todos lo que nosotros heredamos, tanto activamente como pasivamente. De agua debemos 85 mil pesos, de Impuestos Municipales, 50.000, balances 2015 y 2016, 8000 pesos y tenemos que pagar 25.000 pesos en los planos que aún no se terminaron. Todo suma 183.000 y contamos sólo con 53.190 pesos en caja.
-¿Cómo piensan salir de esta situación?
-Con honestidad, sacrificio y ganas. Sobre todo ganas. Si todos los socios pusieran un poco más de ganas, este club sería una maravilla. Y cuando uno toma esta responsabilidad, tiene que ver que atrás hubo mucha gente que dio su vida y su tiempo para que el club crezca. Y yo siento esta terrible responsabilidad, enorme, de que esta entidad vuelva a crecer y bien de abajo ya que la cuota mensual es de apenas 10 pesos.
El Club tiene más de 200 socios activos pero sólo la mitad tiene su cuota al día. Mientras Rizzo y su comisión intentan regularizar dicha situación, ya comenzaron a asociar nuevos vecinos y a brindar clases de Karate, Boxeo, Acrobacia en tela, trapecio y aro, junto al alquiler del salón a un precio más que económico. Con esto y mucho más esfuerzo, es que se pretende que el “Villa Susana” vuelva a ser de a poco, el Club que fue en su momento, que supo fundar en 1954 por ejemplo, una Biblioteca llamada “Guillermo Enrique Hudson”, y que recibió donaciones de libros del Centro Cultural Sarmiento y del por entonces, flamante Diario Mi Ciudad.
“Queremos que todos los vecinos del barrio vuelvan, entre todos podemos lograrlo. El Club puede y tiene que ser la segunda casa”, dice orgulloso Rizzo.