Por Nahir Haber
Si tuviera que describir la sonoridad de Florencio Varela, sin dudas de fondo tiene que estar el sonido del tren Roca. Al cerrar los ojos a la noche cuando los ruidos de la ciudad disminuyen, el claxon y la vibración de los rieles moviéndose, viajan directamente a mis oídos y me trasladan todos los miedos de la infancia irresolutos.
Si hay algo que los asiduos pasajeros saben es que el Roca se caracteriza por la cantidad de gente, las demoras, cancelaciones y también los episodios de robos, violencia y acosos. La primera vez que viajé en tren fue gracias a Nora porque quería que lo conozcamos. Ella nos contó que a veces era tan peligroso que cuando ella viajaba, llevaba unos alfileres de la boutique en la que trabajaba que a veces usaba para pinchar hombres que se acercaban más de la cuenta. El viento nos pegaba fuerte a nosotros que íbamos parados y estábamos cerca de donde debería haber estado la puerta. Sabíamos dónde estaba la estación de tren porque para ir a la escuela primaria cruzábamos las vías y una vez mi hermano cruzó con la barrera baja y vio por primera vez la cabeza de un cadáver.
Éste mes el Ministerio de Transporte, a través de Trenes Argentinos, completó la extensión del servicio eléctrico del ferrocarril Roca desde Claypole hasta la localidad de Bosques. Ahora más de tres mil varelenses que lo usan por día, podrán viajar en trenes nuevos sin hacer trasbordos. De la misma manera, se reactivó el servicio de trenes entre Constitución y La Plata que se había interrumpido el 7 de septiembre de 2015 para permitir el avance de las obras de electrificación.
Ahora los trenes tienen aire acondicionado y puertas con cierre automático y podrán llegar hasta Constitución en forma directa, con un ahorro de al menos 20 minutos de tiempo de viaje y más frecuencias en hora pico. Antes de la electrificación, los usuarios de las estaciones Ardigó, Florencio Varela, Zeballos y Bosques viajaban en tren diesel y debían hacer trasbordo en Claypole, donde se notaban las demoras y los servicios interrumpidos.
La semana pasada viajé por primera vez en el Roca funcionando con el nuevo servicio eléctrico directo a Constitución en el primer día de clima primaveral y tuve frío. Pero esta vez fue por el aire acondicionado y no por la ausencia de las puertas. Somos más de seis mil que festejamos la electrificación del Roca. Ahora que aplaudimos poder viajar de forma directa, más cómodos, más limpios, más rápido habrá que ver cómo utilizan la ciencia aplicada a la resolución de los problemas de violencia, los robos y los episodios de acoso que todavía andan en diesel.