Sabores (amargos) de carnaval



Sociedad » 01/03/2018

Una vez más, la Plaza Central de Florencio Varela fue escenario de la Muestra «Sabores del Mundo», en esta ocasión presentada como «Sabores de Carnaval».
Miles de varelenses acudieron a la cita, que es un gran éxito comercial, causando un caos de tránsito mayor aún al habitual, y dejaron un basural en las inmediaciones, algo también lamentablemente común en estos casos.
Nuevamente, los puestos de venta de comida de la Feria fueron ocupados por comerciantes foráneos, ignorándose qué tan rigurosos fueron los controles bromatológicos para una venta de alimentos que aparentemente se realizaba sin las óptimas condiciones de higiene.
Como acontece cada vez que la Muestra itinerante llega a nuestro distrito, los comercios gastronómicos locales, que esperan el fin de semana para levantar sus ventas, se vieron notoriamente perjudicados por este emprendimiento comercial privado, que es negocio sólo para quiénes lo explotan. Para colmo, los comercios cercanos a la Plaza, como bares, restaurantes y almacenes, tuvieron prohibido vender alcohol mientras duró el encuentro. Aunque es obvio recordarlo, se trata de locales que pagan el REBA, autorización para expender bebidas alcohólicas, durante todo el año, a los que se les «robó» un fin de semana –no será el único en 2018- de trabajo, en el que mantuvieron sus gastos habituales, pero no pudieron generar los ingresos esperados. Comerciantes que tributan en nuestra ciudad, cuyos derechos se vieron vulnerados para beneficiar a los que «hicieron el negocio» desde afuera.
¿A quién le sirve la Muestra «Sabores del Mundo», que en realidad nada tiene de «internacional» y sí mucho de oportunismo? ¿Por qué si está prohibido vender alcohol se ve a cientos de personas consumiendo cerveza, vino y hasta vodka en la Plaza mientras la Muestra se desarrolla? ¿Con qué derecho se priva a los comerciantes locales de vender alcohol los días en los que más ventas esperan?
Son demasiados los interrogantes y mucho el malestar causado por esta iniciativa. Tanto que el Intendente Watson habría tomado nota y ya estaría evaluando la posibilidad de que las próximas ferias de similares características sean hechas exclusivamente con comerciantes de Florencio Varela. Ojalá que sea así, que se sume un control seguro para todos los alimentos que se consuman, y además, que se evite que la zona se transforme en un basural a cielo abierto cuando los puestos se hayan levantado.


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