Ana Valentina De Souza Amorin (13), sabe lo que es el esfuerzo desde muy chica. Ex alumna del Colegio de la Comunidad Santalucina, la pasión por el ballet pudo más y luego de una selección, pasó a integrar el elenco de bailarinas del Teatro Colón, donde toma sus clases a diario y se perfila como una de las grandes promesas de la danza nacional.
-¿Cómo comenzó todo, Ana?
-Iba al Colegio de la Comunidad Santalucina pero como ya no tenía tiempo para concurrir a la escuela, sigo estudiando on line en una plataforma educativa dependiente del Ejercito Argentino. Pero a bailar empecé desde muy chiquitita, creo que desde los cinco años y me gustó mucho. Al principio lo tomaba como un juego eso de bailar, saltar, ir en puntas de pie, pero después, cuando me dijeron que podía ir al Colón, me empezó a gustar cada vez más.
-¿Con quien te preparaste para entrar al Colón?
-Con una maestra muy buena, Cristina Noemi Reale. Ella me formó, audicioné y quedé. Eran 130 chicos y seleccionaron a 13.
-¿Qué baile o actuación hiciste ese día?
-En sí había una maestra tomando instancias, que serían como exámenes. Primero era físico donde te medían y te pesaban para ver como estabas, después era técnica de pasos, y la tercera instancia era musicalización donde había que ir al ritmo de la música, ni muy rápido ni muy lento. Justo.
-¿Te fue fácil o difícil?
-Un poquito difícil pero bien.
-¿Con qué expectativas habías ido?, ¿Sabías que podías quedar seleccionada?
-Si, fui con la esperanza de entrar y seguir.
-Ahora que estás adentro, ¿cómo es la rutina?
-Primero muy lento y tranquilo y después se volvió muy estructurado y eso es lo bueno porque te forman muy bien, aprendés un montón como por ejemplo a rotar un poquito más la pierna, pero como está en una mala posición hay que rotarla justo. Que el cuerpo esté derecho, primero la base, y luego si, empezar a rotar. Así se estudia, muy detalladamente.
-¿Cuántos alumnos hay en el curso?
-Los 13 que entramos. Tenemos materias, preparación física, técnica que es la clase de danza propiamente dicha, francés y lenguaje musical. Este es el segundo año que curso y son ocho en total pero ya pueden llamarme al elenco estable porque formo parte de la Compañía del Teatro Colón.
Ana cuenta con el apoyo incondicional de sus padres y su hermano y toda la familia está muy agradecida con Alba Procopio, quien fue su primera maestra y quien la impulsó en esta carrera. Paralelamente al Teatro Colón, en 2018 tomó clases particulares con Nadia Música y ahora sigue tomando clases con su maestra original Noemí Reale, bailarina profesional del Colón quien bailó en el Royal Ballet de París y en la Scala de Milán, entre otros grandes escenarios mundiales.
-¿Cuál es tu sueño?
-Ser “prima ballerina”, que es el título que le dan en París, donde empezó todo, y sería el título mayor para toda bailarina. Pero para eso falta mucho.