La Fundación para la Atención Integral en Malformaciones Congénitas (AIMAC) está conformada por un equipo de profesionales, entre ellos: psicólogos, fonoaudiólogos, odontólogos, pediatras y trabajadores sociales.
Desde allí se busca ayudar a chicos con fisura de Labio Alvéolo- Palatina (FLAP) comúnmente, y a su vez, mal llamado «labio leporino». Esta es una malformación congénita que afecta a uno de cada 800 nacimientos en nuestro país, que si no es tratada de manera integral y a tiempo, puede tener severas consecuencias en el plano físico y emocional de los pacientes.
Por suerte, existen profesionales que realizan las cirugías y tratamientos requeridos en estos casos de manera gratuita. «Tenemos como principal urgencia intervenir quirúrgicamente a 15 chicos que durante el año pasado no pudieron ser operados», comentó a Mi Ciudad el Doctor Alejandro Silvestini, cirujano bucomaxilofacial de los hospitales El Cruce y Mi Pueblo, y coordinador del equipo de Tratamiento Integral del Labio Alveolo- Palatina (TIFLAP).
Sin embargo, la fundación cuenta con el equipo pero no con el lugar. Por lo que está llevando a cabo una campaña para devolverles la sonrisa a estos niños. «Hasta ahora hemos recaudado lo suficiente para operar a tres chicos», comentó Silvestrini y añadió: «Queremos operarlos para que ellos tengan las mismas oportunidades que sus compañeros a la hora de comenzar el colegio».
La principal misión de AIMAC es, en primer lugar, brindar un tratamiento integral a personas con malformaciones congénitas de escasos recursos. En segundo, procurar la reinserción social de los pacientes con el mayor grado de independencia, y por último, promover el estudio, investigaciones científicas, campañas de prevención y desarrollo de servicios de salud multidisciplinarios. Es por ello que esta institución apunta a la buena fe de la ciudadanía. Quien desee colaborar, puede hacerlo a través de su página web: https://aimac.org.ar/ .
Por otro lado, el doctor espera a largo plazo fundar un establecimiento para que los pacientes y sus familias accedan a una atención interdisciplinaria para transitar los tratamientos, además de brindarles atención integral a familias de niños, niñas y adolescentes con malformaciones congénitas. Como así también, aportando información y contención bajo la consigna: «Regala sonrisas y que sean para siempre».
Cabe destacar, que esta patología se produce generalmente en la 6ta. semana de embarazo y se puede detectar a partir de los 4 meses de gestación, por ecografías. Sin embargo hay casos en los que la fisura es sólo del labio y otros, más complejos, en los que la fisura llega al paladar. «Cuanto más chico es operado mayor es la porcentaje de recuperación de la criatura», comentó el doctor.
El manejo de estas patologías demanda el esfuerzo coordinado de profesionales de diversas especialidades. Tras la operación los chicos deben seguir un tratamiento para evitar secuelas. Por lo que esperan, luego de las operaciones, conseguir un fibrolaringoscopio, con el cual atender a aquellos pacientes con secuelas como el «habla gangosa». «Las cicatrices es algo que se puede disimular pero el habla no, porque a través de ella nos socializa», comentó Alejandro y añadió: «Por eso a una persona que no habla bien le cuesta insertarse en la sociedad. Quien no es intervenido desde chico después es muy complicado por las secuelas ya que ellos hablan como se escuchan».