El Oso Fernández, campeón de la vida

Tiene 52 años, está separado, es padre de cinco hijos, de entre 29 y 4 años, de dos matrimonios, es Técnico en informática, especializado en Internet y Comunicaciones, Locutor Nacional recibido del ISER y estudiante de comunicación social. Jugó durante 30 años al handball -en el arco- con el grupo de “Santa Lucía”, donde levantó varios trofeos, fue protagonista del campeonato de pulseadas en el programa de Gerardo Sofovich y en 2007 sufrió un ACV Hemorrágico que le cambió la vida. Se llama Carlos Fernández, pero para todos es el “Oso”.

“La pronta rehabilitación (en la Clínica Sur de Javier Artal), me ayudó desde el principio. El primer año fue muy duro, no poder caminar, todo el lado derecho de mi cuerpo sin sensibilidad, primero una silla de ruedas, después un andador, luego un bastón de tres patas y por último un bastón común; mi lucidez jamás se vio afectada pero sí el habla, costaba que se me entendiera. Luchaba por recuperar mi herramienta profesional, no estaba dispuesto a perder las dos cosas que más disfrutaba, el handball y la locución”, dice a Mi Ciudad.
“Con mucho esfuerzo y práctica logre el alta en fonoaudiología. Y tras los comentarios de los profesionales que me atendieron (ellos me explicaban que 9 de cada 10 pacientes de ACV sufren una depresión, que jamás fue mi caso) me proponían que ayude y les hable a esos pacientes, que les explique que yo atravieso por lo mismo que ellos, decidí lanzar un programa de radio, para llegar a muchas personas, que pueda difundir información para mejorar la Salud. Es donde empecé a descubrir un mundo diferente y que no mucha gente tiene al alcance esa información, es cuando decido el nombre del “, comenta.
El primer programa se llamó “Salud y otras yerbas” y se emitió en la radio de Fecootraun, de marzo a junio de 2017. Desde agosto de 2017 hasta la fecha se pasó a llamar “Bienestar y Otras Yerbas”, y a salir por la FM 97.7 “Estación Sur”, los sábados de 9 a 11 de la mañana. Con tres ejes principales: Bienestar, Salud y Discapacidad.
“La discapacidad motriz en mí es permanente, de todo mi lado derecho desde la cabeza al pie. Sigo esperando la pensión y pidiendo a gritos un trabajo estable. Hasta ahora, por ley (se debe reservar el 4% del staff de empleados, a gente con discapacidad), nunca vi que se cumpla, tanto en un ente del estado como en una empresa privada, sin embargo llevo dos años buscando un trabajo regular y estable, en blanco… No quiero un Plan, quiero Trabajo, soy locutor y periodista”, agrega.
“Recibí donaciones de alimentos por no tener que comer, y llegué a vivir en un local vacío que me prestó un amigo para no quedar en la calle... Pero agradezco la nueva oportunidad de vivir que me regala Dios todos los días. Mejorando día a día, cada vez mejor”, concluye.

Es un gran profesional y además, un enorme ejemplo de resiliencia. Tal vez la FM Municipal pueda tener un espacio para él.