Por Luján Kunzi
Maka Montalto es una artista plástica varelense que trabaja con diversos materiales. Creando, a través de un lenguaje propio, dibujos que parecen fotografías. «Soy una persona que maneja óleo, acrílico, pero también dibuja con lapiceras, porque me gusta mucho mezclar los materiales», comentó y destacó: «Tengo una inclinación muy fuerte por la imagen femenina, aunque últimamente estoy probando cosas nuevas, implementando el realismo mágico, donde dibujo cosas como paisajismo, dragones, sirenas y hadas».
Durante mucho tiempo se dedicó a dibujar mujeres, puesto que parte de su proceso como artista era encontrar la belleza etérea de la feminidad. Mientras que sus capacidades como dibujante se incrementaron, sus habilidades fueron creciendo y con ella las musas de sus obras. Entre tanto, se fue desestructurando y abriéndose camino a otras formas de expresión, como combinar texturas. «Siempre estoy tratando de buscarme a mí misma, que es algo que solemos hacer los artistas, buscar nuestra identidad», comentó.
Más allá de haberse dedicado toda su vida al arte, siempre contó con el apoyo de sus padres, quienes la incentivaron en su carrera. «Mis papás son personas con profesiones muy diferentes, mi mamá es médica y mi papá es fotógrafo y sin embargo ambos disfrutan del arte, por lo que solían llevarme los domingos al museo», recordó a Mi Ciudad.
Desde que tiene uso de razón se dedicó al dibujo y lejos de tomarlo como un pasatiempo, lo convirtió en su profesión y en un estilo de vida. «Recuerdo que, cuando era chica, pasaba horas dibujando», exclamó Maka y aseguró: «Nunca estudié dibujo, hasta que ingresé a la facultad de Bellas Artes de La Plata, donde aprendí diversas técnicas y me recibí como licenciada en artes plásticas».
Durante sus inicios, con tan solo 17 años, integraba el colectivo artístico. «Dentro de esa asociación solíamos salir en publicaciones en revistas internacionales», dijo. Muchas de sus obras fueron difundidas por la revista «Oleo y mármol», con una fuerte difusión en la comunidad artística de Latinoamérica y Europa.
Un par de años más tarde, logró realizar su primera exposición en «La Manzana de las Luces». «Luego de una convocatoria me invitaron para hacer una muestra personal, fue para mí un gran paso, el hecho de que te llamen del Complejo Histórico Cultural, a los 20 años, era una locura», cuenta. Además, participó en otros eventos en Capital, San Telmo, en el Mercado de Pulgas y en la muestra «Ellas», en el museo de Florencio Varela.
Sin embargo, tras muchos años de exigencias, para la joven artista las cosas no eran lo mismo; por lo que decidió empacar sus cosas, dejar Buenos Aires y volver a Varela, donde actualmente trabaja a pedido y da clases en su taller de dibujo y pintura. «Descubrí que, así como me gusta pintar, me gusta enseñar», comentó Maka y añadió: «Lo bueno es que, a partir de lo pedagógico, uno también aprende a ver la belleza desde otro lado, porque estoy acostumbrada a estar con gente que maneja la pintura y que es artista, pero el que recién arranca te permite aprender técnicas nuevas».
Su forma de enseñar se amolda a la capacidad de cada estudiante. «Algo que es específico de mi taller es que no enseño de una sola forma, sino que interiorizo en lo que le gusta a mi estudiante, a partir de eso, me enfoco en que conozca todas las vertientes y formas en las que puede dibujar», comentó y agregó: «Con lo cual, una clase con dos personas de la misma edad serían completamente diferentes y capaz eso en otros talleres no ocurre».
Actualmente, Maka sigue dando clases, solo para adultos, con cupos limitados en los turnos mañana y tarde, debido a la pandemia; como así también, realiza trabajos a por medio de sus redes sociales a través de Facebook como: Maka Montalto y en Instagram como: @maka.montalto.
En cuanto a lo personal, tiene como objetivo principal, generar más artistas. «He notado que en muchas instituciones de artes te enseñan a ser profesor, porque se enfocan principalmente en lo teórico y te das cuenta, más que nada, porque no todos saben pintar o esculpir bien», manifestó.
Los trabajos de Maka, cuentan con un simbolismo que tiene que ver con alguna emoción o hecho que quiera transmitir. «La cuestión está en que toda obra tiene un trasfondo, que puede o no estar implícito, pero eso es algo que hacen los artistas y lo dejan a la libre interpretación del público», concluyó.