Transporte público en Varela: cada vez peor



Sociedad » 31/07/2022

La documentación del Honorable Concejo Deliberante varelense data del año 1981 y, ya allí se dejaba argumentada la necesidad de un servicio público de transporte por automotor de pasajeros que asegurase –de mínima- un acceso de las personas que no poseen vehículo propio, a lugares críticos como zonas de trabajo, mercados, farmacias, bancos, escuela y centros de salud.

La documentación del Honorable Concejo Deliberante varelense data del año 1981 y, ya allí se dejaba argumentada la necesidad de un servicio público de transporte por automotor de pasajeros que asegurase –de mínima- un acceso de las personas que no poseen vehículo propio, a lugares críticos como zonas de trabajo, mercados, farmacias, bancos, escuela y centros de salud.
Por esta razón, a la Empresa de Micrómnibus El Halcón S.A. -sin aún cumplir con los requisitos nacionales de la Ley de Transporte colectivo de pasajeros- se le confirmaba su autorización precaria. Así, en el expediente N°4037-12.552-V-78, se puede leer que era un paliativo para las «zonas marginales del Partido». A partir de ello, todo parece haber ido en picada.

Democrática Varela
«En 2017 se realizó un proyecto para el transporte público que permitía que más líneas y ramales se abrieran y se distribuyeran en varias empresas para evitar el monopolio», cuenta la exconcejal y referente varelense del MID, Gabriela Lasso y agrega «esto modificaba la ordenanza original y daba juego a que más empresas manejaran los ramales que más quejas tenían».
Por aquel entonces, el Concejo Deliberante convalidó un proyecto para el llamado a licitación de nueve de las 13 líneas comunales. Las mismas habían sido otorgadas a la empresa San Juan Bautista tras la quiebra de la firma 30 de Agosto.
«En un gran acuerdo pocas veces visto, todos los concejales iban por la positiva después de mucho trabajo y debate», recuerda Lasso.
El HCD convalidó, en aquel momento, el proyecto. Más tarde, el Ejecutivo municipal dictó los decretos para la norma. Allí se establecía la organización de los recorridos en 4 líneas con 5 ramales. Asimismo, se imponía que ninguna empresa podía ganar el concurso por la totalidad de los servicios. También, sólo podría adjudicarse, como máximo, dos líneas. Esto llevó a que, desde quienes estaban prestando el servicio en aquel momento, se «amenazara» con paralizar los recorridos de los 9 ramales que administra la San Juan Bautista.
Durante la 12° sesión ordinaria de 2017 del HCD de Varela, una numerosa comitiva del gremio UTA llegó al palacio legislativo para que se dé marcha atrás con la licitación de la línea 500.
«Nos amedrentan en forma insólita para un Estado en democracia, sin policías, ni fiscales que actúen de inmediato, prácticamente secuestrados por horas, presionaron para tirar el trabajo de todos los bloques por la borda, con argumentos mentirosos como la pérdida de empleos, se volvió a beneficiar a «la 500» que luego fue absorbida por el grupo MOQSA», recuerda Lasso.
Un dato no menor, es que tanto la firma San Juan Bautista, como El Nuevo Halcón y Micro Ómnibus Quilmes (MOQSA) pertenecen a un mismo grupo empresario…
Si bien, actualmente, la Comisión de Turismo y Transporte del Honorable Concejo Deliberante está encabezada por un militante peronista, abogado, miembro del Frente Renovador y Frente de Todos, Guillermo Esteban Poletti; llama la atención que desde la participación de un chofer de «la línea 148» como vocal de este espacio, no se hayan dado importantes indicios en pos de mejorar la realidad que sufren los vecinos varelenses de a pie. Y es que, Juan Carlos Ortegoza apareció en la arena política de la mano de la agrupación 17 de Octubre y de Francisco «Chicho» Basile; pero rompió con el espacio para pasar a ser opositor. Y aún se espera que vuelque toda su experiencia como trabajador del transporte público para beneficio de quienes lo votaron (y aquellos que no lo hicieron, también).

(ver nota completa en la edición de papel)

Calmar las aguas
Según el termómetro de las redes sociales y la calle, La Colorada es la línea que más le agrada al usuario de colectivos en Florencio Varela. Por esta razón, no son pocos los varelenses de a pie que piden que puedan aplicar sus recorridos, sin saber el trámite burocrático que esto implica.
En la novena Sesión Ordinaria del Concejo de 2022, se aprobó la prórroga de la prestación del Servicio Público de Transporte Urbano de Pasajeros de Jurisdicción Comunal correspondiente a la línea 505 (La Colorada).
Si bien esta empresa es minoritaria en la prestación varelense, en referencia a sus competidoras, la 178 (La Colorada) parte de Florencio Varela, toca la zona de Quilmes por Camino General Belgrano, zona de Lanús por Belgrano, Pompeya, más Wilde, Avellaneda y Piñeiro con las letras B y G, que sería Avellaneda. Es fuente de empleo para 240 choferes y tiene una venta aproximada de 60 mil boletos diarios.
Con la inesperada medida de fuerza tomada la segunda semana de julio por los ramales que son operados por las firmas agrupadas en la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (C.E.A.P.), la Cámara Empresario del Transporte Urbano de Buenos Aires (C.E.T.U.B.A.) y la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (C.T.P.B.A), todo ello se vio afectado.

Tire y afloje entre empresarios y gobierno
Las entidades empresarias reclamaron un aumento de los montos correspondientes a los subsidios que tanto el Poder Ejecutivo nacional como el bonaerense distribuyen entre las compañías de transporte de pasajeros que además, según denunciaron, estaban demorando en entregar. En esa maniobra, redujeron al 50% las frecuencias.
Llegar de Florencio Varela a Constitución o Pompeya, se tornó misión imposible para los laburantes de esta ciudad dormitorio.
A pesar del aumento que arranca con el regreso a clases, la suba del 40% solo cubre un 5% de las compensaciones que paga el Estado a las empresas transportistas. Según estas firmas, para trabajar sin subsidios los colectivos precisarían un boleto mínimo a $150 pues el que pagan los pasajeros representa aproximadamente solo el 15% de los costos operativos. Sin embargo, en un país donde el 37,2 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, es inviable.
Mientras, el panorama en las paradas que tienen las diversas líneas en la estación Florencio Varela sigue siendo deplorable y, a los funcionarios que no usan transporte público, poco parece interesarles.


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