Durante la manifestación pidiendo justicia por Daiana, dio su testimonio Elba Julia González, ex enfermera del Hospital el Cruce-Néstor Kirchner, quien aseguró haber sido maltratada por las autoridades del nosocomio cuando le tocó enfermarse.
Durante la manifestación pidiendo justicia por Daiana, dio su testimonio Elba Julia González, ex enfermera del Hospital el Cruce-Néstor Kirchner, quien aseguró haber sido maltratada por las autoridades del nosocomio cuando le tocó enfermarse.
La mujer tiene varios padecimientos: Fibromialgia, sensibilidad motora múltiple y fatiga crónica. La aparición de estas afecciones complicaron sus labores y la falta de contención y el hostigamiento sufrido la llevaron a dejar su trabajo. Así lo contó a Mi Ciudad:
«Fui enfermera de terapia intensiva pediátrica, y me maltrataron. Empecé con dolores y cansancio, no sabía lo que me pasaba. No me podía levantar a atender a los pacientes, mis compañeros me ayudaban pero llegó un momento que no pude más».
Los crecientes dolores la llevaron a solicitar una licencia. «Estuve un año de licencia y en 2016 me obligaron a irme. En 2014 y 2015 ya sabiendo que no me podía levantar de la cama me mandaban a La Plata a junta médica para justificar y cuando llegaban los certificados no me los querían aceptar», agrega, y continúa: «Me tenían como personal conflictivo, cuando yo lo que necesitaba era acompañamiento, porque esta es una institución de salud y lo que tiene que hacer es acompañar al personal cuando se enferma, no perseguirlo, y menos teniendo el nombre de Néstor Kichner».
También incursionó en la actualidad del Hospital: «No pueden hacer lo que están haciendo con el personal, acá los sindicatos no existen. Cuando se quisieron organizar, los despidieron a todos. ATE la verdad que se lava las manos. A mí en lo personal me destruyó perder mi trabajo. Me llevaron a un acuerdo donde me dieron dos mangos y me quedé sin trabajo a los 56 años, sin posibilidad de conseguir otra cosa», señaló. Y finalizó: «Hay otros casos, pero muchos están trabajando y tienen miedo. Sé que hay persecuciones laborales, porque los conozco. El personal está súper calificado y la atención a los pacientes es excelente pero se están equivocando con este tipo de cosas».