Anemi, de Villa Vatteone a todo el país



Sociedad » 01/06/2022

En Villa Vatteone, una empresa varelense con más de medio siglo de trayectoria crece día a día y vende sus productos a todo el país. Es la fábrica de herramientas para la construcción Anemi, a la cual es muy usual encontrar en las más importantes exposiciones del sector, como la Expoferretera o la Expomaquinaria. La firma está a cargo de Hugo Huck y su hija, la contadora Eliana Huck, egresada de la E.G.B. N° 65 y de la E.E.M. N° 1 » Dr. Silvio Dessy», donde obtuvo el mejor promedio de su Promoción, y quien logró su título superior en la Universidad Abierta Interamericana (UAI).

En Villa Vatteone, una empresa varelense con más de medio siglo de trayectoria crece día a día y vende sus productos a todo el país. Es la fábrica de herramientas para la construcción Anemi, a la cual es muy usual encontrar en las más importantes exposiciones del sector, como la Expoferretera o la Expomaquinaria. La firma está a cargo de Hugo Huck y su hija, la contadora Eliana Huck, egresada de la E.G.B. N° 65 y de la E.E.M. N° 1 » Dr. Silvio Dessy», donde obtuvo el mejor promedio de su Promoción, y quien logró su título superior en la Universidad Abierta Interamericana (UAI).
Pero la historia de Anemi y la familia Huck se remonta a un pasado más lejano. Fue en 1950 cuando Emilio Huck llegó de su Entre Ríos natal, abriendo, en 1955, una carpintería en el tradicional y por entonces mucho más tranquilo barrio varelense, donde fabricaron la primera herramienta garlopa y cepillo bote, continuando luego con el nivel manual para albañil. El amor de Emilio por ese arte había nacido de una forma singular: fue por correspondencia como, siendo un jovencito, realizó un curso de carpintería que le permitió iniciarse en ese oficio. Asociado luego con sus hermanos Alejandro y Ricardo, entregaban la mercadería con un medio de transporte que era muy utilizado a tales fines por aquellos tiempos: el ferrocarril. Casado con Miriam Bauer, tuvo un hijo, Hugo, quien sería su seguidor en el emprendimiento.
En 1975 la empresa agregó a su actividad la fabricación de fratachos, zarandas, palas hoyadoras, ingletes, cepillos de carpintero, enrolladores para cortinas y mazas, destacándose especialmente sus niveles, porque en la actualidad, Anemi es la única empresa argentina que los fabrica. Al alejarse Ricardo por cuestiones personales en 1991, continúan a cargo los hermanos Alejandro y Emilio junto a sus hijos, Susana y Hugo respectivamente. Alejandro se retirará de la empresa y volvió a Entre Ríos en 2000 y Susana falleció trágicamente en 2002, quedando Hugo y Emilio en la actividad.
Los productos de Anemi, elaborados con la mejor madera de Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Misiones, son vendidos en todo el territorio nacional. «De Jujuy a Ushuaia», como lo manifiesta orgullosamente Eliana, heredera de la cultura del trabajo y de la tradición familiar, a Mi Ciudad. La empresa, amplía, «procesa alrededor de 15.000 metros de madera por mes» y posee las certificaciones ISO 9001 e ISO 14.001, lo que habla de su excelencia.
Anemi debe su nombre a una circunstancia muy especial. En realidad, se trata de una adecuación del nombre alemán de quien era la esposa de un familiar de los hermanos, que era «Hanemi», cuyo dialecto traducido significa Ana María.
A más de 60 años de su reconversión, a través de unas bases sólidas y dando pasos estudiados y firmes, la empresa materializa en cada proyecto su solidez, haciendo realidad su slogan: «Construyendo Futuro». Desde Villa Vatteone, y para todo el país.


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