Pasó el susto, pero…

«Fue un estresazo. Julio le está haciendo la vida imposible y ya está preparando a Arnaldo Medina para que lo enfrente en las PASO del año que viene, para después quedarse con el que gane. Fue un aviso. Tiene que bajar los decibeles, pero está en tensión permanente». Esto le dijo a Mi Ciudad una fuente muy cercana al intendente Andrés Watson, dando su opinión acerca del susto que llevó al jefe comunal a internarse por un día en el Hospital El Cruce temiendo un agudo problema cardíaco.
Sin embargo, la afección del mandatario no revistió gravedad. De acuerdo a lo que este medio pudo averiguar, el cuadro de Watson se debió a una infección viral que desencadenó una pericarditis. Dicho en un lenguaje más simple, un virus que pudo haber ingresado a su cuerpo de cualquier manera se instaló en el pericardio, que es la membrana que envuelve al corazón, produciéndole una inflamación y un fuerte dolor en el pecho (dolor precordial), lo que originó el llamado a emergencias y su posterior derivación al hospital interzonal.
Ya en el centro asistencial, el intendente fue objeto de un eco-cardiograma para luego ser sometido a un estudio tan eficiente como invasivo: un mapeo contrastado de las coronarias, procedimiento que se realiza ingresando un catéter a través de una arteria periférica, lo que permitió descartar una afección en el corazón.
Tras solo una jornada de internación, Watson fue dado de alta y si bien su problema no revistió gravedad y no requiere tratamiento alguno, fuentes médicas consultadas consideran que fue por lo menos «imprudente» que apareciera en un acto público sólo cuatro días después de volver a su casa-el 20 de junio- cuando lo más recomendable era que tuviera un tiempo de reposo.

(ver nota completa en la edición de papel)

La información oficial

La internación de Watson fue informada por el Municipio el mismo día en que sucedió: «El Municipio comunica que -según la información que brinda el Hospital de Alta Complejidad En Red «El Cruce-Néstor Kirchner»- el Jefe Comunal ingresa al nosocomio trasladado por una unidad perteneciente al SAME con dolor precordial.
Desde la dirección del mencionado establecimiento sanitario, notifican el diagnóstico de pericarditis. Permanece clínicamente estable, con medidas convencionales de monitoreo», se dio a conocer desde la oficina de Prensa comunal.
Un día después, se anunció su egreso del sanatorio «en óptimo estado de salud», con un mensaje del propio funcionario, que dice: «Quiero expresar mi agradecimiento a todos los que me acompañaron a través de mensajes, saludos y llamados compartiendo los mejores deseos para mi pronta recuperación. Agradezco a mi esposa Mariana que desde el primer momento estuvo a mi lado cuidándome, a mi familia, amigos, compañeros y compañeras, dirigentes, autoridades, a los profesionales de la salud que me atendieron con absoluto compromiso y sentido humanitario, a los medios de prensa, a los vecinos y vecinas, a todos y cada uno por sus oraciones y su apoyo. Estoy muy agradecido porque fue de vital importancia el aliento que recibí.
Luego de realizar los estudios y controles médicos pertinentes, retomo nuevamente mis actividades y responsabilidades en el ejercicio de la gestión, para servir a cada vecino como siempre».

Pasó el susto, pero...

Ya de nuevo y a todo ritmo a cargo de la gestión, Watson sabe que lo que lo espera no es un camino de rosas. Los intereses de muchos de sus compañeros de partido se contraponen con los suyos y lejos está de ser un aglutinador unánime de todas las voluntades del peronismo local. Pero con interna o sin ella, el jefe comunal trata de diferenciarse en los hechos y a través de una interesante sucesión de obras con la abúlica gestión de su mentor, Julio Pereyra, de quien claramente no quiere o no puede desmarcarse.
Pasó el susto que lo llevó al Hospital. Pero la tranquilidad todavía está muy lejos.