El 13 de julio, mientras un grupo de vecinos de distintos barrios manifestaban frente a la Comuna por el deficiente servicio de recolección de residuos que se «presta» en nuestro distrito, el intendente Andrés Watson estaba firmando un acuerdo en el Museo «Guillermo Enrique Hudson», un lugar al que, paradójicamente, se llega luego de atravesar varias cuadras de basurales a cielo abierto.
Ni habiéndolo preparado pudo haber sido más contradictorio. El 13 de julio, mientras un grupo de vecinos de distintos barrios manifestaban frente a la Comuna por el deficiente servicio de recolección de residuos que se «presta» en nuestro distrito, el intendente Andrés Watson estaba firmando un acuerdo junto con la ministra de Ambiente bonaerense, Daniela Vilar, el jefe de gabinete provincial, Martín Insaurralde, la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza y el diputado nacional Julio Pereyra en el Museo «Guillermo Enrique Hudson», un lugar al que, paradójicamente, se llega luego de atravesar varias cuadras de basurales a cielo abierto.
Los carteles en la entrada lateral del Municipio, donde los manifestantes se instalaron a la espera de ser recibidos por las autoridades, decían «La basura nos tapa». Junto a ellos, se encontraba el dirigente social y abogado José Luis Calegari, quien declaró a Mi Ciudad: «lo que pasa con la recolección de basura en Florencio Varela es un saqueo. Se paga un contrato de 5200 millones de pesos más la inflación por cuatro años y la basura no se recolecta. Berazategui, por el mismo lapso de tiempo, paga 1700 millones y tiene una ciudad limpia y prolija».
«Todos sabemos que la recolección está a cargo de Chicho Basile, no de una cooperativa como se quiere hacer creer. Acá hay una mafia que es responsable de la decadencia de esta ciudad, un pueblo sumido en la miseria, sometido a vivir en una indignidad permanente para financiar las ambiciones feudales de Julio Pereyra, y esto algún día tiene que terminar», agregó.
Al tiempo que los vecinos se hacían oír en la entrada de la calle Chacabuco, a unos 13 kilómetros de ahí, en el solar natal del gran naturalista Guillermo Hudson, Watson declaraba que su objetivo era «concientizar, informar, recuperar espacios verdes, asumir compromisos que permitieron un crecimiento de nuestros distritos con un sustento en el resguardo de nuestro entorno» y Pereyra recordó un discurso que Juan Domingo Perón dijo en Madrid alertando sobre la destrucción de recursos vitales de la que solo se podían esperar «verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas».
El contrato de la basura es uno de los más onerosos del Municipio, y fue apuntado oportunamente desde varios sectores, inclusive por opositores que militan en el peronismo no oficialista. Además, por su enorme cantidad de irregularidades, fue denunciado por la entonces diputada Elisa Carrió, dando inicio a una causa que el juez Armella tiene «durmiendo» desde hace años en los tribuales de Quilmes.
El servicio debe cumplirse de lunes a sábados en todos los barrios, pero en varios de ellos el camión nunca pasa o lo hace apenas dos o tres veces por semana, ante la «vista gorda» de las autoridades y de un Concejo Deliberante que está «dibujado».
El Triángulo de Don José, Agustín Ramírez, 3 de Mayo, San Cayetano, Caacupé, Luján, Luján Grande, 13 de Octubre, los monoblocks de Luján, 12 de Julio, San Jorge Rural, Los Quinchos, Transol de Avenida Hudson al 3200 y hasta el polémico barrio armado con el lema «Mi lote, mi casa» son algunos de los sectores donde el servicio no se cumple como es debido.
Aunque no fueron recibidos por ningún funcionario, los reclamantes se llevaron una promesa de reunión, que debía realizarse en momentos del cierre de esta edición de Mi Ciudad.