De día chapista, de noche actor

-¿Podemos presentarte con el clásico «Profesión actor»?
-Yo digo siempre la misma frase que uso para mis shows, soy locutor de profesión, cantante por vocación, actor porque me gusta y chapista porque no me quedó otra . (risas)
-Un actor empieza de chico o se va formando. ¿Cuál es tu caso?
- En realidad yo siempre quise ser cantante porque mi mamá me llevó un día a un recital de Sergio Denis y por eso quería cantar… No me animé a ir a Festilindo, pero también me gustaba actuar. En el 96, 97 cuando todavía estaba en el secundario, comencé a conseguir mis primeros trabajitos de extra en la tele, siempre en Telefé como por ejemplo en «Naranja y media».
-¿Cómo te recibiste de locutor?
-Porque había que buscarse alguna carrera después del Secundario y Locución me parecía que me podía llegar a gustar. Me recibí en 2006 y en el ínterin descubrí que tenía habilidad para imitar cantantes y como no quería caer en hacer «Tributo a», le busqué la vuelta y le encontré una faceta cómica. Imitaba voces y hacía shows que a la gente le gustaban pero el que tenía crisis de confianza era yo.

Leandro también estudió un tiempo Profesorado de Música, hizo cursos de teatro, mientras trabajaba como locutor. Más acá en el tiempo logró ya como actor participar en el 2013 de todas las funciones que se brindaron en Varela de la obra «Drácula», que fue un gran éxito de público.
-¿Cómo fue esa experiencia?
-Inolvidable. Nos permitió a todos los que estuvimos ahí aprender y poder hacer lo que nos gustaba arriba del escenario con semejante obra y con semejantes nombres de figuras de primer nivel como Cibrián-Mahler. Fueron 15 funciones y aprendimos la obra y la montamos en apenas un mes, una locura que salió bien. Luego se hicieron otros musicales hasta que en la Municipalidad donde trabajaba como locutor, me dijeron «vos sos locutor, vení a trabajar de locutor».
-¿Qué más hiciste?
- «El Fantasma de la Opera», en Quilmes, dirigida por Matias Cano, que estaba en la Orquesta de los municipales. Estaba más contento trabajando ad honorem que acá en Varela donde me pagaban. También empecé con los talleres de teatro y sigo por ejemplo haciendo talleres de stand up, que empecé en tiempos de pandemia. Dejé finalmente de trabajar en la Muni y eso fue como una liberación porque me pude dedicar de lleno a esta pasión.
Montalto siguió a medida que iba estudiando, trabajando, subiendo y bajando de los escenarios, y arreglando chapas de autos, buscando su identidad.
-¿La encontraste al final?
-No todavía. Pero sigo trabajando en lo que me gusta. Ahora estoy haciendo una obra, un stand up de la mano de Martin Pugliese que me dio una gran mano al contactarme con un productor del Paseo La Plaza y en un café se me ocurrió contar mi historia… Un chapista que quiere ser artista y anda a los tirones… La historia de mi vida porque siempre me veo con un martillo en una mano y un micrófono en la otra. Así surgió la obra llamada precisamente «Leandro Damián, en busca de la identidad perdida».

Luego de un efímero cambio de productor, Leandro volvió a presentarse en F. Varela, en el Centro Cultural Sarmiento, y en un teatro de La Plata con singular éxito, lo que hizo que un productor de la ciudad de 9 de Julio lo convocara para presentarse allí antes de fin de año, mientras decide donde hará temporada , si en la Costa o en Villa Carlos Paz.
-¿Qué querés transmitir desde arriba del escenario?
-Que desde chiquitos tenemos un convencimiento de lo que queremos ser, siempre hay una idea, pero el tema es poderla llevarla a cabo y no dejarse llevar por lo que digan los demás.

Más nfo en Instagram y Tik Tok: @Leandro_Damian79 y en Facebook: Leandro Montalto y en Lemon Pie Producciones artísticas.