CRÓNICAS VARELENSES

El ultimo japonés



Edición Impresa » 06/08/2024

Me gusta eso que termina abruptamente y no se sabe cómo se llama. En el final de 2666 el escritor Archimboldi está en la terraza de un barcito de un parque de nombre Furst Puckler...

Me gusta eso que termina abruptamente y no se sabe cómo se llama. En el final de 2666 el escritor Archimboldi está en la terraza de un barcito de un parque de nombre Furst Puckler. Y se encuentra con un descendiente de Furst Puckler. El botánico creador del helado de tres sabores. El famosísimo helado que dan en los cumpleaños, en los casamientos. Furst Puckler el escritor pasó a la posteridad.
Estamos con Genoveva en un Mak Donald. No sé por qué pero el conocerla me dio esperanzas en todo lo que estaba haciendo. Tanto que le propuse ir a editoriales para editar su libro de poesías Grotesca, obra maestra. Al mes fue grabada por un youtuber, cuyo video ya ha llegado a más de 5 millones de vistas. Genoveva logró su cometido, Genoveva fue famosa.
Pienso en lo que no arranca, en lo que le cuesta hacerlo. Los autos en invierno a los que había que prender como media hora antes para salir y que anden. Autos detenidos en el tiempo.
Es una tarde fría de invierno, hay humedad y estamos con Mario en el cyber. En el cyber hay cinco computadoras. Dos personas. Antes había cabinas telefónicas y mucho antes películas en dvd y mucho antes películas en vhs, en el tiempo en que le competían mano a mano al mismísimo Blockbuster. El tiempo en el que todo eso fue furor. Miramos la avenida San Martín como si fuera la 9 de Julio. Mario propone un juego: que te juego a que pasa un taxi de capital en menos de 10 minutos. Nos ponemos a hablar de fútbol, Mario, fanático de Boca, viajó a Japón en los 2000. Rara vez hablamos de películas. Es más un miedo mío por tocar el tema que quizás pueda ser delicado. Se le pregunta a una persona por su pasado? Sin embargo esta tarde tomo coraje y le pregunto: Mario, alguna película que recomiendes. Mario sigue concentrado con el tema de los taxis. Justo me suena el teléfono y tengo que irme. Pero quiero quedarme para ver si pasa uno. Le respondo a Shirley que me espere por favor. Mario balbucea algo. No lo entiendo. Los taxis empiezan a pasar, de a montones. Hay un paro por esto de los Ubers. Los taxistas van para capital. Yo no lo puedo creer. Mario sonríe.


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