John Cassavetes en Varela



Edición Impresa » 01/03/2025

Más allá de su partida de Argentina, la figura de Johnny Depp nos lleva a reflexionar sobre el culto a la personalidad, la voracidad del mundo moderno y el valor de la amistad como refugio. Entre cafés y debates apasionados, la conexión con los otros se impone sobre la vorágine de las redes. Al final, queda la música, el barrio y el amor por lo simple, en un baile que trasciende el ruido de la fama.

¿Ya se fue Jonny Deep de Argentina?
Parece que nos encariñamos con aquellas personas que se nos muestran altaneros,
despreciables, sobradores, en el buen sentido de la palabra. Imagináte ser tan bueno
que alguien quiera matarte para preservarte para siempre en la cumbre en la que te ha
alzado. Son actores de sí mismos que vemos como auténticos, o por lo menos el
mundo de hoy es así como los ve. No estoy de acuerdo con ese tipo de performances,
pero qué se le va a hacer. El mundo del rendimiento y la voracidad. Estoy seguro de
que mi buen amigo Darío me diría: ¡pero a quién carajos le importa lo que hizo ese
individuo! Cuando dice esto en el café, con Yamila nos reímos muchísimo. Porque se
enerva de tal manera que parece que se le van a salir los globos oculares; también
porque lo queremos mucho. Queremos tanto a los amigos. ¿Pero qué son los amigos?
Son un refugio contra el mundo que nos quiere solos. Queremos tanto es un alarde,
porque querer en sí, es querer a secas, no hace falta agregar la palabra tanto, según
la filosofía de nuestro amigo. No sé por qué, pero se me vino a la cabeza un cuento de
Cortázar que seguramente mis amigos, habrán leído: Queremos tanto a Glenda. En
fin, la amistad puede ser un terreno pantanoso, pero que es el único que desde
pequeños nos han enseñado que es válido explorar. Ayudar y ser ayudado, agradecer
por eso.
En palabras de John: Tener una filosofía es saber amar, saber qué hacer con su amor,
y conocer la importancia de las amistades y de la permanencia. Todos los films que
nosotros hemos hecho han sido, en cierta medida, la búsqueda de una especie de
filosofía al uso de los personajes del film. Es por eso que tengo verdadera necesidad
de que los personajes analicen al amor, lo discutan, lo asesinen, lo destruyan, se
hagan daño, lleven una guerra a fondo, en esta polémica de palabras y esta polémica
de films que es la vida.
Con mis amigos nos bloqueamos mutuamente del mundo de las redes sociales. Ya no
lo necesitamos.
Volvemos al ruido del barrio con mi amada Shirley, que lleva un vestido con unas flores
que me encantan. Suena una música hermosa desde adentro de una casa: es Raúl
Ramírez ensayando Te juro que te amo. Nos ponemos a bailar y bailamos en el barrio
como si estuviéramos en la Luna.


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