Por Carlos Straub
El tradicional Club Nahuel de Florencio Varela está transitando este año sus nueve décadas de vida.
El tradicional Club Nahuel de Florencio Varela está transitando este año sus nueve décadas de vida. Fundado el 25 de marzo de 1935, celebró con una gran fiesta el 29 de dicho mes, en medio de un gran clima de renovación que había empezado ya con la reinauguración a nuevo de la piscina, ahora también climatizada. La presidente Veronica Scalise y Jorge Drago recibieron a Mi Ciudad en sus oficinas de la calle 25 de Mayo.
-¿Cómo está el Club transitando el año de su 90° aniversario?
- Escalice: Bárbaro. El club está en auge y estamos muy contentos.
-¿Desde cuándo están en dicho auge?
-Después de que terminó la Pandemia del Covid. En ese tiempo la gente se dio cuenta de lo importante que es tener una institución como esta y la empezaron a valorar como corresponde.
-¿Cuántos socios disfrutan del club?
-Más de mil socios a los que les ofrecemos además de la pileta clásica que teníamos totalmente renovada, muchos deportes: vóley, hockey, básquet, patín artístico, tae kwon do…
-Imagino que hay proyectos que aún no se pudieron plasmar pero que pueden ser realidad…
-Por supuesto. Nuestro principal objetivo hoy por hoy es cambiar al Salón López, que es el salón principal, todo el tinglado con toda la zinguería nueva ya que el techo tiene más de 70 años. Podemos hacerlo, nos manejamos con las cuotas sociales, con los ingresos de eventos…
-¿Sigue siendo un desafío el llevar adelante una entidad como esta?
-Esa pregunta se la podés hacer al tesorero aquí presente que fue muchos años presidente.
-Drago: Estuve 17 años seguidos como presidente y sí, es cansador. Uno va perdiendo esa voluntad de cambiar y renovar cosas así que es preferible que venga siempre gente nueva. Pero no es fácil, ahora logramos un buen grupo. Se trabaja, se administra bien, se invierte en el Club. Y a veces cuesta pero no es imposible.
-Al entrar aquí se percibe que sigue siendo un club barrial pese a estar en pleno centro.
-Escalice: Esa es la idea. Que sea un club de barrio y familiero. Hay actividades para todos, se está dando eso. Hay padres que me dejan a un nene en natación, a otro en otro deporte, o se van al buffet a compartir… Como eran las viejas épocas. Eso le decimos siempre a la gente, que al club hay que venir en familia para poder disfrutar dos horitas mientras sus hijos hacen algún deporte. Y estamos permanentemente con las puertas abiertas.