CRÓNICAS VARELENSES

Mónica Seles en Varela



Historias de Mi Ciudad » 02/11/2025

Recuerdo cuando quise ser tenista y fui al San Luis a que me enseñaran. Allí un profesor llamado Mauro Michel se encargó de enseñarme los rudimentos del deporte.

Recuerdo cuando quise ser tenista y fui al San Luis a que me enseñaran. Allí un profesor llamado Mauro Michel se encargó de enseñarme los rudimentos del deporte. Mauro era también camillero en el Defensa, esos que levantan a los jugadores lesionados y además especialista en adiestramiento canino. San Luis terminó siendo un boliche de renombre.
Las situaciones imprevistas suelen ser cosas difíciles de manejar. En teoría de la decisión se las denomina variables no controlables. Alguien que viene trabajando esto en su cine a la perfección es la cineasta independiente Lucia Seles. Vimos con Shirley dos películas.
Smog en tu corazón va sobre un grupo de personas que administra canchas de tenis. Ese grupo está compuesto por cinco personas. Un muchacho que tiene una relación de amor odio con su contador, este que a su vez es quien prepara y da las pelotitas a quienes juegan los partidos. También trabaja en el lugar una muchacha que se la pasa tocando la guitarra y tiene una colección de cds a la que atesora como si en ello se le fuera la vida. Y la película digamos que arranca o, mejor dicho, entra en trance, cuando llega al complejo un muchacho sanjuanino que es el mejor amigo de infancia del dueño, que resulta que también es sanjuanino, pero perdió la tonada. Entonces los sanjuaninos empiezan a proponer ideas y una de ellas es la de contratar a una profesora de tenis, porque el lugar no cuenta con ese servicio. Entonces llega una muchacha a la cual no le gusta que le digan profesora de tenis sino tenista, porque ella es tenista. Y no quiere reconocer que dejó de serlo hace tiempo. Empiezan las clases. Se desarrollan conversaciones hasta transcurrir toda la jornada laboral. Parece como si el espectador mismo también entrara en ese primer día dentro de lo que sería un trabajo como administrativo en un complejo de tenis. Organizan un torneo del cual tan solo se inscriben dos personas. Entonces el grupo dice que esa va a ser la final. Después, ya terminado el torneo, entre cervezas, arrancan así porque si, una peregrinación a Luján, pero alguien se tiene que quedar a cuidar las canchas. Hacer de algo tan mundano o aburrido muchas veces puede tener un mundo que contar, algo interesante. Las películas disponibles son cinco. Pero me dicen que Seles ha hecho como cincuenta. También escribió un libro de poemas llamado Hockey de mujer. Me hizo acordar cuando de chicos nos hacían jugar al hockey en la escuela y una vez sin querer, claro, le partí un palazo en la nariz a Fernando, a quien le vuelvo a pedir disculpas ahora en la distancia.
Cuando le comenté que había visto este delirio a mi amigo de librerías Juan José Vidal y que me interesaba la autora, me dijo entre risas que fue él quien le había presentado al gallego García Pelayo y a su productora, al famoso Seles. Y que Seles, que también se llamó Selena Prat, o Rocío Fernandes, o Diego Fernández era el padre ni nada más ni nada menos que de una diputada joven muy famosa. Que suele ir a los avante premieres. Todavía no pude develar quién es.


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