Las Elecciones del 27 de octubre siguen dejando secuelas: a la violencia en un Plenario entre tres agrupaciones oficialistas se le sumaron los cambios en el gabinete. El Intendente Pereyra, nervioso y preocupado por el futuro de su proyecto político.
Hay una dualidad ya emblemática en la historia, en la cual Juan Domingo Perón calificaba a los militantes de la izquierda peronista durante su exilio como «esa juventud maravillosa», para luego llamarlos «esos estúpidos, imberbes, que gritan», desde el balcón de la Casa Rosada, transitando su tercer mandato presidencial, y los últimos meses de su vida.
Esa dualidad se repite hoy en Florencio Varela, aunque de manera mucho más solapada; dado que hasta el momento, al menos, las frases que se dicen en el ámbito del riñón pereyrista, no se oyen públicamente.
En su edición anterior, Mi Ciudad había reflejado la mala consideración que algunos sectores del kirchnerismo tienen por el intendente Julio Pereyra.
Ahora, y cuando ya comienza la cuenta regresiva de cara a las elecciones de medio término que se realizarán en 2013 -y don...
Por F. S.
Una pieza antológica del grupo Les Luthiers, llevaba como nombre «La sobras de ayer», ironizando en un astuto juego entre la palabra obras y el término sobras. Cualquier semejanza con el panorama de los próximos doce meses en Florencio Varela es pura casualidad. ¿O no?
En tiempos de crisis, de pelea política y de realineamientos, es difícil saber de dónde se puede sacar la plata para simular que algo se está haciendo, especialmente de cara a un año electoral como será el 2013.
Esa es la situación a que se ven expuestos la mayor parte de los intendentes del Conurbano, que debieron definir con meticulosa precisión sus lealtades. Así, relegaron al Gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que además mostraba claros signos de agotamiento en la billetera provincial. El alineamiento se dio con la Nación, no sólo por la cuestión política de fond...
Por F. S.