El bullying ataca de nuevo. Cuando aún se recuerda el hecho acontecido hace dos años en el Instituto San Juan Bautista, donde un estudiante fue armado al colegio y realizó un disparo al piso, ahora fue el Instituto Santa Lucía el epicentro de un episodio que pudo haber sido similar o peor. Un supuesto alumno –según trascendió luego, efectivamente lo era- del establecimiento amenazó en una red social con “quitarse la vida en el colegio” y “matar a todo el que se le cruce” en su camino, “ya sea docente, alumno, directivo, cualquiera”.
El alarmante mensaje apareció en Instagram, dentro del grupo “Confesiones Santalucinas”, firmado por un usuario que solamente se identificaba como “psychokiller616”, lo que en inglés significa “asesino psicópata”. “Estoy en este colegio hace años y nadie nunca me ayudó en nada, sufro constantemente de bullying y rechazo de los demás. Estoy muy harto de que nadie me escuche y de que nadie haga nada para ayudarme. Este martes voy a ir al colegio y me voy a quitar la vida y voy a matar a cualquiera que se me cruce por el camino…”, seguía advirtiendo. Y terminaba: “pero si a alguien se le ocurre escucharme una vez en la vida este es el momento. El martes 19 no vayas a la escuela. Digo esto para que se salve la gente que sí me escuche. Que se salven los que sí me dieron atención…”.
El colegio resolvió suspender las clases en ese día y llamar a una reunión de padres. Un día después, un comunicado firmado por el Director de la Secundaria, prof. Nelson Bordón, anunciaba que desde la Comisaría Primera de nuestra ciudad les habían informado que el responsable de la amenaza estaba identificado. El Obispado, propietario del colegio, no se pronunció al respecto.
El caso llama a reflexionar una vez más sobre la realidad que se vive en muchos establecimientos escolares, donde algunos alumnos son estigmatizados simplemente por ser diferentes o no aceptar las “reglas” de la mayoría, todo esto a la vista de profesores y autoridades que nada hacen por evitar esta discriminación.