Aunque la situación parece más aliviada que la de otros países, los casos de COVID-19 en Argentina siguen aumentando, principalmente en ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Y también en Florencio Varela. Si bien los números cambian día a día, hasta el momento de cerrar esta edición, y según los datos oficiales, fueron 123 los varelenses infectados con el virus, de los cuales cinco fallecieron, 33 se recuperaron y 85 cursan la enfermedad, internados en clínicas, hospitales, centros de aislamiento o sus propios domicilios.
El Hospital de Campaña, especialmente montado para la emergencia, está casi terminado, y será inaugurado en forma inminente. El 20 de mayo, la Comuna informó que se había iniciado «una búsqueda activa en territorio de casos sospechosos de Covid-19», El primer relevamiento fue realizado por personal de salud y la guardia comuna en la localidad Julio A. Costa. Se recorrieron 14 manzanas con más de 309 domicilios visitados, con un total aproximado de 1.000 vecinos alcanzados por la encuesta y no se encontraron casos positivos, se dijo.
Por su parte, los profesionales de la Salud de nuestra ciudad volvieron a realizar un fuerte reclamo al Intendente Watson. En un comunicado firmado por CICOP, la entidad que los nuclea, médicos y enfermeros insisten en denunciar que carecen de los elementos de protección adecuados para desarrollar sus tareas, especialmente para la atención a domicilio, que faltan medicamentos para hacer frente a las patologías respiratorias y para pacientes con problemas crónicos, faltan anticonceptivos, alimentos y recursos para asistir a los grupos más vulnerables. «También son escasos los insumos de limpieza y muchos de los lugares de trabajo no están en condiciones para atender pacientes por falta de ventilación o calefacción», aseguran. Y agregan: «también falta el recurso más importante, el recurso humano. Somos pocos, cada vez menos, para una población que no cesa de crecer y para un distrito que alberga población muy vulnerable. Las causas de la falta de personal son varias, pero sin dudas influye mucho que cobremos los sueldos más bajos de toda la provincia de Buenos Aires y que no hayamos recibido siquiera el incentivo prometido por el gobierno nacional».
Reclamos de comerciantes
No es el único frente que le toca atender al jefe comunal. Gran cantidad de comerciantes que continúan con sus persianas bajas se muestran impacientes y es entendible: mientras que gran parte de sus gastos se mantienen, al no tener ingresos sólo pueden acumular deudas e incertidumbre. Aunque no hubo un pronunciamiento de la Cámara de Comercio al respecto, varios sectores, entre ellos los agencieros de lotería y los representantes de complejos deportivos solicitaron autorizaciones para abrir cumpliendo con protocolos de seguridad, pero sus reclamos no fueron atendidos.
Lejos de resolverse, el problema económico tiende a agravarse. El malhumor y la impaciencia crece en varios grupos de WhatsApp y en las redes sociales. Y sobre el cierre de esta edición, se anunciaba el comienzo de protestas al respecto en la Peatonal Monteagudo.