Borges y el COVID-19

Dentro de las dotes literarias de Jorge Luis Borges hay una faceta sumamente relevante, que es su condición de profético.
En el cuento El Aleph, premoniza esta pandemia cuando el personaje Borges le dice a Carlos Argentino Daneri “lo insté a aprovechar la demolición de la casa para alejarse de la perniciosa metrópoli, que a nadie, ¡creame que a nadie perdona!” y casi en forma inmediata ratifica el concepto diciendo “le repetí que el campo y la serenidad son dos
grandes médicos”.

A todo esto, Borges aclara que la escalera del sótano tiene 19 escalones (Cuando es casi imposible un sótano con escalera de tantos escalones), en clara coincidencia con el Covid-19.
El estilo de redacción de Borges se caracteriza por su rigurosa
precisión y velada interpretación, en cuanto lo que él desea expresar.

En conclusión, me temo que puede ser que a pesar de todo lo
contraproducente que se viene observando con el corona virus hasta hoy, lo que vendrá podría llegar a ser mucho más nefasto aún de lo que imaginamos, esto analizado en base a lo que Borges nos advierte.

La duda es:

¿No estaremos subestimando las consecuencias de esta pandemia?.

¿No habrá que buscar un recurso más sustentable en el tiempo que el confinamiento domiciliario de cuarentena para detener los contagios?

¿No hará falta algo más que un simple barbijo para minimizar las posibilidades de contagio?

Esta epidemia mundial es un camino inédito.

Tal vez Borges nos está alertando por alguna “razón de ser” aún
desconocida.