Por Agustina Marazzato
A metros de la Rotonda Gutiérrez el Polo Industrial y Tecnológico de Florencio Varela (PITEC) impacta por su infraestructura y dimensiones.
A metros de la Rotonda Gutiérrez el Polo Industrial y Tecnológico de Florencio Varela (PITEC) impacta por su infraestructura y dimensiones. Entre las múltiples empresas radicadas allí ingresamos a la planta del Merle-Group, una compañía de fabricación de gin, vodka y otras del rubro de las bebidas espirituosas. Nos recibe Luciano Carmona, su director ejecutivo, quien nos cuenta que en 2019 esto nació como un sueño, compartido con otros tres amigos, de ingresar en el rubro de las destilerías.
«Parece una vida, pero recién van dos años y medio, era todo a riesgo» recuerda Luciano, y continúa: «teníamos la estrategia armada, prevista para abril de 2020, pero la pandemia nos obligó a alterar nuestros planes».
El aislamiento obligatorio, para ellos, fue una oportunidad de insertarse en el rubro comercial comenzando con un e- shop de venta on line. «La primera botella se vendió en junio y de ahí en más empezaron a surgir propuestas de compra de todo el país. Para octubre de ese año ya también comenzamos con la distribución tradicional» cuenta.
Poco a poco, lo que surgió como emprendimiento los alentó a pensar en grande: querían competir en el mercado, y también instalar la premisa de que Merle sea una bebida que busque el encuentro y pasar buenos momentos. «Hay todo un concepto que instalamos para nuestro gin tal como el predominio de lo estético, lo vintage, los colores pastel. Intentamos ser una marca divertida y que la gente nos elija por ese valor marcario» define Luciano.
Luego de dejar una pequeña planta en Avellaneda, la compañía arribó al PITEC: «fue de las mejores decisiones que tomamos, es un parque industrial de alta tecnología, súper complejo, tiene una linda sinergia entre público y privado y nos permite generar fuentes de trabajo genuino para gente que provenga del distrito: la mitad de nuestros empleados son varelenses» describe Carmona.
Además, es un lugar que permite la realización de pasantías de estudiantes de diversas universidades, puesto que además del sector de destilería y fraccionamiento también funciona un laboratorio, el sector de RRHH, el comercial, el de marketing y finanzas, entre otros.
Dentro del galpón de 3000 mts², no sólo se produce para la marca Merle, sino también para otras como Bosque, Alma y producciones más chicas. Las máquinas destiladoras trabajan sin cesar. La más antigua: Dora y la nueva adquisición, Sophié, que es cinco veces más grande y permite producción en volumen. Luciano no oculta sus sentimientos, sobre todo hacia Dora, que lo acompañó en esos arriesgados primeros tiempos.
El paso de Mi Ciudad por la planta contó con una dinámica visita guiada en donde pudimos observar la organización del trabajo y también aprender un poco más sobre la historia del gin: «es arte botánico» afirma el CEO. «Nuestro maestro destilador es igual que un capo perfumista». Con mucho detenimiento nos contó acerca de la mezcla de la solución hidro-alcohólica más los botánicos que van dando vida a diversas variables del producto: «Hay más de cien botánicos, el enebro es el principal. En el laboratorio estamos continuamente desarrollando perfiles de gin».
El merchandising destaca por su color rosa pastel, la imagen del animal con manchas «merle», y su destacado pack de botánicos con el que podemos decorar y aromatizar la preparación de un gin tonic. El detalle es una obsesión en esta destilería en la cual los productos recién salen al mercado luego de que un panel sensorial lo autorice.
Entramos a una «fábrica de gin» y nos vamos con la certeza de que conocimos algo más que eso: el universo Merle, de Florencio Varela hacia el mundo.
*Los productos Merle se pueden conocer en: www.merlegin.com o en Instagram: ginmerle.