Cuando dos programas que tienen el fin de generar una economía circular confluyen, grandes cosas suceden.
Cuando dos programas que tienen el fin de generar una economía circular confluyen, grandes cosas suceden. De esta manera, la Municipalidad de Berazategui junto con Coca-Cola Reginald Lee S.A. logran reciclar gran parte de las botellas posconsumo que se generan mes a mes en el municipio. Esto es muy importante ya que no sólo significa que no terminan en un predio de disposición final, sino que vuelven a insertarse en el circuito productivo transformándose en otra botella o elemento.
La alianza de la empresa con el Municipio comenzó en 2021 y desde esa fecha ha venido creciendo. En este sentido, el año pasado se instalaron una estación de reciclaje en la Plaza San Martín, zona céntrica de Berazategui, y una en la Estación de Tren de Ranelagh, donde todas las personas y vecinos pueden depositar sus residuos reciclables allí.
«Bera Recicla» es el programa municipal que tiene el fin de darle un destino reciclable a los residuos secos que se generan en el territorio. En sus orígenes, 6 años atrás, procesaban 1 tonelada de residuos por semana y hoy ya llega a las 120.
En palabras propias, Ana Victoria Gómez, coordinadora General de Bera Recicla, comenta: «Estamos muy orgullosos de todo lo que hemos alcanzado. Hoy no sólo el programa es importantísimo para todos los compañeros que trabajan en los dos centros de acopio y 54 ecopuntos por los que este trabajo representa su vida; sino también porque ellos son los embajadores de difundir valores sobre el cuidado del medioambiente en toda la comunidad local».
«Bera Recicla» cuenta con el apoyo de Reginald Lee, el socio embotellador de Coca-Cola Argentina que opera en esa localidad. Es una de sus maneras de contribuir con Un Mundo sin Residuos, el compromiso global de Coca-Cola, con la que se comprometió a recolectar y reciclar el equivalente al 100% de los envases que pone en el mercado para 2030. A partir del programa municipal, todos los envases de PET que se recuperan -alrededor de 30 toneladas semanales- pueden reconvertirse en nuevas botellas u otros objetos.