Por Santiago Mandirola
Es la cifra oficial de desocupación en nuestra ciudad
El crecimiento del empleo fue uno de los logros más enaltecidos por la gestión kirchnerista a lo largo de la última década. Si bien este dato puede considerarse cierto, esto no significa que el mercado de trabajo haya dejado de mostrar algunos desequilibrios o que no haya gran parte de los ocupados en situación de fragilidad laboral. El caso de Florencio Varela entrega algunos matices interesantes en función del análisis de esta problemática.
Según datos del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el desempleo en Florencio Varela (es decir, el desempleo entre los habitantes del municipio) ronda el 12,5 por ciento. Dentro de esta masa de desempleados, el 72 por ciento han estado ocupados anteriormente y sólo el 28 no ha tenido nunca una ocupación. Lo cual es un indicio, a nivel local, de lo ocurrido a nivel nacional: no sólo el mercado de trabajo desaceleró el proceso de absorción de mano de obra sino que además empezó a expulsarla. Entre estos desocupados, el 30 por ciento provienen del sector de la construcción y el 19 por ciento del servicio doméstico, dos de los sectores de mayor fragilidad.
Si volcamos ahora la mirada hacia la población ocupada también encontraremos algunos indicadores de desequilibrio. En primer lugar, si nos referimos a la población ocupada en situación de fragilidad, podemos mencionar la tasa de empleo no registrado, la cual alcanza al 37 por ciento de la población asalariada. Otro indicador de fragilidad laboral es la búsqueda de otro trabajo. En este caso, el 20 por ciento de la población ocupada está buscando otro trabajo, en su mayoría porque no gana lo suficiente, porque tiene poco trabajo o porque el trabajo que tiene se va a acabar.
Otros datos llamativos surgen de distinguir a la población económicamente activa según la intensidad horaria de sus ocupaciones. De esta separación surge que el 41 por ciento son ocupados plenos (trabajan entre 35 y 45 horas semanales), el 30,4 por ciento están sobreocupados (trabajan más de 45 horas por semana) y el 9,6 por ciento están subocupados (menos de 35 horas semanales). La agrupación se completa con el ya mencionado 12,5 por ciento de desocupados y un 6,5 de ocupados con intensidad desconocida.