La vacuna que falta

La hipocresía kirchnerista no tiene límites. En pleno 24 de marzo, remarcando la necesidad de «hacer memoria» y agitando la bandera de los «derechos humanos», el Gobierno se retiró del Grupo de Lima en otra acción de apoyo a la Dictadura de Maduro, responsable de más de 2000 asesinatos de opositores solamente en el último año.
El lente selectivo de Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, entre otros, tampoco detecta los encarcelamientos irregulares, las torturas y la represión desplegados por el autoritario gobernador eterno de Formosa, el «compañero» Gildo Insfrán.
Hace rato que organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo perdieron el prestigio que alguna vez tuvieron al enfrentarse a la dictadura, para transformarse en un apéndice más de un partido político y un gobierno del que obtuvieron ...

Los inmorales

Con el Vacunagate, el Gobierno superó todos los límites de la inmoralidad.
Si bien el fracaso de su política -económica y sanitaria- fue una constante durante toda la Pandemia, la revelación de la lista de funcionarios, parientes y amigos del poder vacunados por izquierda no sólo en hospitales sino en el propio Ministerio de Salud destrozó el relato de la épica con el que se intentó disfrazar un concierto permanente de ineptitud y corrupción.
El triste papel de Ginés González García, el mismo hombre que decía que el COVID «estaba lejos», que le preocupaba más el dengue y que para diciembre pasado íbamos a tener 10 millones de vacunados en el país, terminó como suelen terminar las historias de los cobardes: echándole la culpa a una secretaria de un operativo que sólo él y la actual Ministra pudieron haber autorizad...

El compañero Gildo

Hay silencios que aturden. Ni el presidente de la Nación, ni la abogada exitosa, ni las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, ni la Comisión por la Memoria, ni el ex juez Zaffaroni, ni los colectivos de actrices que tanto se indignan con algunos temas pero cierran la boca cuando los involucrados tienen su mismo color político se refirieron a los abusos de poder que ocurren en Formosa. Tampoco Victoria Donda, otra progre de cartón, cuya verdadera cara quedó al descubierto al revelarse como «negreaba» a su empleada doméstica. Ninguno de los supuestos «defensores de los Derechos Humanos» dijo ni media palabra sobre la mujer que perdió su embarazo por estar encerrada compulsivamente en uno de los centros irregulares de detención que el dictador Gildo Insfrán instaló con el pretexto de luchar contra el COVID. Ninguno hizo mención al atropello que miembros de la colectividad wichi de esa p...

Juntos o amontonados

«Hice lo que me mandaste», le dijo Alberto Fernández a Cristina, en el mismo acto en el que su mentora mandó a «buscarse otro laburo» a los ministros que «no se animen» a hacer las cosas como a ella le gustan. La pública confesión no agrega nada nuevo a lo que ya se sabía: siempre estuvo claro quién manda en la Argentina. Pero los exabruptos de la ex presidenta superaron todos los límites en su última «carta abierta» en la que, al cuestionar a la Corte Suprema de Justicia y a la división de poderes consagrada en la Constitución Nacional, directamente puso en jaque al sistema republicano de gobierno, algo insólito desde la vuelta de la Democracia, postura a la cual insólitamente se sumó también el propio Presidente. Seguramente el modelo de poder con el que ella sueña es el que rige en la Venezuela de su amigo Nicolás Madur...

Dos Caras

Un padre ve impedida su entrada a Córdoba, donde viajó a ver a su hija, enferma terminal, que finalmente fallece y de la que nunca podrá despedirse, porque el gobierno cordobés le niega el paso debido a ser «sospechoso» de COVID, aunque el último test le haya dado negativo. Un joven muere ahogado al tratar de cruzar un río a nado porque el todopoderoso gobernador de Formosa, al que Alberto Fernández venera y exalta, cerró la «frontera» de su provincia. Un hombre carga a su hija enferma de cáncer durante varios kilómetros porque el máximo mandatario de Santiago del Estero no permite que ingrese en auto a su territorio. Mientras tanto, el Presidente de la Nación, principal responsable de la «cuarentena eterna» se muestra en múltiples actos sin distancia social y sin barbijo, compartiendo opíparas comilonas con los Moyano, con Evo y con quien le venga...